El serbio va en búsqueda de su 17° Grand Slam. En el match decisivo enfrentará a Thiem o Zverev.

Implacable y brillante resultó el desempeño de Novak Djokovic en la primera semifinal del Australian Open, derrotó a Roger Federer por 7/6(1) 6/4 y 6/3 y se ganó el derecho a estar en la final del domingo, instancia en la que se medirá con el ganador de la segunda semifinal del certamen, que disputarán el austríaco Dominic Thiem y el alemán Alexander Zverev durante la madrugada argentina del día viernes. Djokovic se coronó 7 veces en el Melbourne Park y va por más.

Solidez, efectividad y paciencia se pueden mencionar como tres pilares en los que se basó Djokovic para triunfar en el estadio Rod Laver Arena. El suizo comenzó mucho mejor en los primeros games de la primera manga, poniendo en aprietos a su rival tanto en el marcador como en el desarrollo. Federer tuvo ventaja de 4 a 1 y 0-40 sobre el saque del balcánico, quien superó esa incómoda situación con categoría para seguir prendido en el set. Llegó el momento en el que el ganador de 20 Grand Slams sacó para quedarse con ese parcial (5-3), pero entre errores propios (inició ese game con una doble falta) y las virtudes de Nole no pudo cristalizarlo. Después llegó el tie break, donde el nacido en Belgrado arrasó con su oponente, quien ya mostraba signos de cansancio y lentitud en sus movimientos.

La segunda manga fue distinta, Djokovic jugaba mejor y anticipaba al helvético, pero recién pudo lograr la diferencia en el décimo juego, quedándose con el servicio de Roger y obtener una importante ventaja de 2 sets a 0.

El tercer capítulo fue más sencillo aún para Novak, Roger se sostenía como podía, tratando de acortar los puntos, pero chocaba con la defensa del serbio, quien en la primera oportunidad de tomar la iniciativa movía al suizo hacia los costados y lo minaba físicamente. Promediando el parcial, en el sexto game, Djokovic le propinó a Roger la estocada final quebrándole el saque, anunciando el inminente desenlace. Sin zozobras en ese tramo, el campeón vigente concretó lo que se vislumbraba a esa altura y festejó el pase al cotejo final, donde buscará reconquistar el liderazgo del ranking ATP, en manos del español Rafael Nadal, y sumar su 17° Grand Slam a su nutrida vitrina, además de colocarse a tres Majors de Federer en la carrera por ser el más ganador de todas las épocas.

Muy rescatable la actuación de Federer, agotado de los maratónicos choques con Millman y Sandgren en las ruedas previas, presentándose a jugar la semifinal ante el gran candidato al título, exhibiendo su acostumbrada vergüenza deportiva. El serbio, satisfecho con su performance, esperará por Thiem o Zverev, con ansias de más gloria.