Abraza el 103° título de su carrera y se aproxima al récord de Connors.

Impresionante semana de Roger Federer, ya que desplegó un tenis brillante y arrollador para quedarse por décima vez con el ATP 500 de Basilea (canchas duras y bajo techo), o el patio de su casa pues nació en esa ciudad. Aplastó en la final al australiano Alex De Miñaur por 6/2 y 6/2, en una hora y 8 minutos de partido. El resultado es elocuente y marca la diferencia que hubo entre los dos jugadores, donde el tenista local no le brindó chances a su joven rival, de 20 años de edad. Después del cotejo el suizo invitó con pizzas y gaseosas a los ball boys, como acostumbra cada vez que se queda con la copa, ya que no olvida que en el pasado cumplió la misma función, un lindo gesto.  El veterano y vigente Federer logra el primer trofeo desde que cumplió 38 años en agosto último, el cuarto de la corriente temporada y el 103° de su dilatada y fructífera carrera, acercándose a los 109 que posee el máximo ganador de la historia del tenis, el estadounidense Jimmy Connors, otra leyenda del deporte blanco. Es el segundo torneo que obtiene por décima oportunidad el helvético, el restante es otro ATP 500 pero en Alemania, en Halle, donde concurre de siempre en el tramo del calendario que se disputa sobre césped. Su vencido en la final manifestó que no influyó la extensa semifinal protagonizada ante el estadounidense Reilly Opelka, y le dio todo el crédito al campeón, al que no le pudo seguir el ritmo según reconoció. El oceánico, de padre uruguayo y madre española, subirá diez puestos y se colocará en la 18° posición, la mejor de su incipiente carrera.

A lo largo de la semana Federer recuperó su nivel tenístico, después de jugar por debajo de su media en el Masters 1000 Shanghai, donde cayó en cuartos de final ante el alemán Alexander Zverev, aunque exhibiendo un alto espíritu de lucha, otro de sus estandartes a lo largo de su trayectoria. Para quedarse con el certamen derrotó sucesivamente a Peter Gojowczyk, Radu Albot, Stan Wawrinka (por W.O.) Stefanos Tsitsipas y al mencionado De Miñaur, sin ceder ningún set y sin estar más de una hora y 20 minutos en cancha. El lunes se expedirá sobre su participación en el Masters 1000 de Paris Bercy, que comienza el mismo día, donde figura como tercer favorito, a la espera del ganador del choque entre el georgiano Nikoloz Basilashvili y uno de sus vencidos en Basilea, el moldavo Radu Albot. No es descabellado pensar que no se bajará del cuadro principal parisino, ya que en Basilea se lo notó impecable físicamente y no derrochó mucha energía a lo largo de sus encuentros.