El seleccionado argentino de voley superó a Brasil y se quedó con el tercer puesto en los JJ.OO.
El voley argentino conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al vencer a Brasil, último campeón en Río 2016, por 3 a 2, con parciales de 25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13, en un partido infartante. De esta manera, Argentina vuelve a subirse al podio luego de 33 años, ya que no lo hacía desde Seúl 1988.
Histórico por donde se lo mire. El voley argentino nos regaló uno de esos momentos deportivos difíciles de olvidar con el transcurso de los años. En la noche de nuestro país, este grupo de jugadores de un deporte que tiene cada vez más seguidores e intenta crecer a fuerza de mucho trabajo de los clubes, nos dejó casi sin dormir a pura emoción.
Porque era tarde en la noche del viernes cuando empezó el partido. Y el primer set entusiasmó, cuando quedó para el lado de Argentina 25- 23 después de ser muy disputado. El alma se nos fue al piso cuando Brasil se lleva el segundo y el tercero, ambos por sendos 25-10. Creo que hablo por todos cuando digo que aparecieron los fantasmas del partido por fase de grupos cuando Argentina empezó ganando y la categoría brasileña lo dio vuelta para quedarse con la victoria.
Pero estos jugadores tenían guardado, vaya uno a saber dónde, algo más. Las 36 horas transcurridas entre el partido semifinal perdido ante Francia y éste ante Brasil por el bronce parecen haberlos templado. Como si se hubieran juramentado no irse de Tokio sin una medalla, no se entregaron sino que pelearon, con una fuerza que conmovía. Y se llevaron el cuarto set por un contundente 25 a 17. Y Brasil que pareció sentir el golpe.
Todo fue al tie break. Ya no podíamos más de los nervios, pero ese cuarto set nos hizo revivir. La adrenalina hacía rato que nos había quitado el sueño. Y ese grupo de jugadores, con Facu Conte (“el heredero”), Bruno Lima (“el nene”), Luciano De Cecco, Agustín Loser (“el Muro”), Agustín Palacios (“palacete”) y los demás, dirigidos por Marcelo Méndez, nos dieron un tie break a pura emoción con victoria 15-13. Histórico.
Revivir los puntos importantes hasta desembocar en la fiesta. Revivir el abrazo final entre Hugo y Facu Conte, padre e hijo, el primero medalla de bronce en Seúl 88 y encargado de comentar el partido para la televisión, el segundo, flamante bronce en Tokio 2020. La transmisión perfecta de un legado de gloria. Revivir la premiación, con esas medallas de bronce colgando de los jugadores. Vale la pena revivirlo una y otra vez. Así como el relato de José Montesano, que a pesar de su larga trayectoria tuvo su consagración en estos juegos. Sus relatos no los olvidaremos.
El voley argentino había salido sorteado en el grupo más difícil. Los cuatro finalistas, más EE.UU. que se quedó afuera estaban ahí, para que tengan dimensión de la dificultad. Argentina clasificó venciendo a los americanos 3 a 0, en cuartos eliminó a la poderosa Italia y en las semis no pudo con Francia, a la que le había ganado en el grupo. No merecían quedarse sin nada. Fue un torneo increíble que metió a estos chicos en la historia
Fue uno de esos días en que estamos felices a pesar de no haber dormido. Cansados, pero felices. Porque hay un bronce más para Argentina en los Juegos. Porque costó conseguirlo. Y porque lo que cuesta se disfruta más.