En el amistoso jugado en Arabia Saudita fue 1 a 0 con gol de Messi.

Buenas sensaciones. Esa es la conclusión que deja la victoria de la selección sobre Brasil en Arabia Saudita. Ganarle a Brasil, en casi cualquier deporte, siempre es reconfortante. La rivalidad entre los dos paises no es un secreto. Pero mucho más si las que juegan son las selecciones de fútbol de ambos. La fecha FIFA de noviembre le tiene que servir al técnico Scaloni para dar los últimos retoques de cara a las eliminatorias que se vienen y ensamblar a Messi, que no pudo estar en las convocatorias anteriores por la suspensión de la CONMEBOL tras la Copa América, al esquema que venía practicando. Por eso los rivales tenían que ser exigentes, para dar una idea lo más exacta posible de donde está parado nuestro seleccionado.

Brasil llegó a este partido con todas sus figuras salvo Neymar, que se desgarró en un amistoso contra Nigeria el 13 de octubre pasado. Probablemente el nivel actual del jugador del PSG no sea el mejor, pero es indiscutible su calidad y lo que le transmite su presencia al equipo de la “verdeamarela”, así como la de Messi influye en la albiceleste. Los que sí dijeron presente fueron Alisson, arquero del Liverpool, Alex Sandro y Thiago Silva, zagueros de Juventus y PSG respectivamente, Arthur de Barcelona, Casemiro y Rodrygo del Real, Gabriel Jesus del City y Philippe Coutinho del Bayern entre otros. Un equipazo que Tite, su entrenador, también quería probar con un rival de fuste.

Empezó mejor Brasil, asumiendo el protagonismo y llevando peligro principalmente a través de Gabriel Jesús, que tuvo una buena ocasión entrando por la izquierda pero remató débil a las manos de Andrada. A los 9´, un error de Foyth en el lateral derecho al intentar con demasiada suficiencia salir jugando, devino en una falta de Paredes contra Jesús dentro del área. El propio delantero del City se hizo cargo de la ejecución, pero desvió el remate rasante sobre el palo izquierdo cuando Andrada se había jugado por el derecho. Eso pareció despertar a Argentina que en la siguiente jugada atacó por derecha a través de Messi que se metió en el área apareado por Alex Sandro y cuando estaba llegando a la línea de fondo cayó derribado por el defensor. El árbitro neocelandés Conger sancionó el penal y el propio Messi lo ejecutó débil, a la derecha de Allison. El arquero lo contuvo dando rebote hacia adelante y el propio Lionel se adelantó a todos los demás para mandar la pelota a la red y poner el 1 a 0 a favor de Argentina. El primer tiempo se llenó de fricciones y faltas. De amistoso, poco y nada. Argentina corría, presionaba y asfixiaba a su rival. Para los brasileños se hacía insoportable no tener espacios ni tiempo para desarrollar su juego, y el partido se volvió muy interrumpido y con pocas situaciones de riesgo. Apenas un remate de Paquetá a los 29´que se fue cerca del palo derecho y un par de tiros de Messi.

Siempre es bueno ganarle a Brasil.
Messi presionando y hasta cometiendo falta. Una imagen poco vista hasta ahora en la Selección

En el complemmento estuvo lo mejor de Argentina. Muy cómodo con el planteo de presionar y ahogar al rival, el equipo empezó a generar más situaciones de peligro. Ocampos desvió un remate desde la derecha que se fue rozando el travesaño a los 59´. Luego Messi en dos oportunidades y Pezzela exigieron a Allison y comenzaron a convertirlo en la figura del partido. A los 75 hay un cabezazo de Nicolás Domínguez y un minuto más tarde un remate desde fuera del área de Paredes, magistralmente desviado por Allison, probablemente el mejor arquero de la actualidad, que parece resolver con facilidad situaciones complicadas. Faltando diez minutos a Lautaro Martínez le cayó una pelota dentro del área y, solo, quiso fusilar a Allison pero su remate se fue apenas desviado desde una posición inmejorable. Hay una leve reacción de Brasil con un remate de Danilo y cierto nerviosismo por parte de Argentina ante algunas ocasiones desperdiciadas y algunos tiros de esquina cedidos, que derivaban en el temor de que el partido se les escapara. Pero nada de eso sucedió. Fue final 1 a 0 para la albiceleste.

Siempre es bueno ganarle a Brasil.
El capitán Messi, con la copa en la mano, rodeado de los jóvenes que integran esta nueva selección. Una postal de lo mejor que dejó el triunfo frente a Brasil.

El equipo dejó buenas sensaciones. Messi lució comprometido, corriendo rivales desde atrás e, incluso, cometiendo alguna falta merecedora de tarjeta amarilla que el árbitro no mostró a pesar de las protestas del técnico Tite. El capitán declaró que está muy conforme con el sistema defensivo elaborado por Scaloni: “Nos da muchísimo”. La renovación se afianza y Messi parece asumir el rol de líder de estos chicos. Sin dudas, éste amistoso fue un paso adelante. Ganarle a Brasil, aunque sea en un amistoso, siempre es bueno.