“Jeffrey Epstein: Asquerosamente Rico” es la serie de Netflix basada en la vida real del financista multimillonario implicado en un escandaloso caso de abuso a menores
Jeffrey Epstein fue un importante financista multimillonario, influyente y poderoso, y amigo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Tenía la casa más exclusiva de todo Manhattan, además de un gran piso en la Avenida Foch, en París; una mansión en Palm Beach; un gran campo en Nuevo México y hasta una isla propia cerca de Saint Martins.
Fue defendido por el mejor equipo legal posible. Entre sus amistades, se encontraban Bill Clinton, el Príncipe Andrés y muchísimos políticos y celebridades, pero Epstein no será recordado por ninguna de esas hazañas. Las palabras de pedófilo, abusador y proxeneta aparecen primeras en las búsquedas de Google asociadas a su nombre.
Durante décadas, Epstein abusó sexualmente de decenas de adolescentes. A muchas las traficó con sus amigos y socios comerciales. Tenía montado un sistema que se retroalimentaba, un esquema piramidal de abuso sexual y pedofilia con una estructura similar a la de las maquinas para la cara que promocionan las influencers de todo el mundo y que causó un escándalo en redes sociales hace algunas semanas.
Cada una de las chicas que llegaban a su mansión a realizarle un masaje y que terminaba siendo abusada sexualmente era incentivada para acercar otras a que hicieran lo mismo que ellas. Todas recibían un pago de cientos de dólares y otros beneficios, y a su vez cobraban comisión por las nuevas que llegaban.
Esta fue una práctica prolongada y recurrente en la vida de Epstein. Fue tan habitual, que el multimillonario pensó que podría permanecer impune toda su vida. Pero en el año 2019, fue detenido y su caída fue estrepitosa e inexorable. Apenas un mes después de ser detenido, apareció sin vida.
Con sesenta y seis años, fue encontrado en el piso, helado y muerto hacía varias horas. Había firmado un testamento hacía dos días. El inventario de sus cuentas y propiedades sumaba casi 600 millones de dólares. Se tejieron un centenar de teorías conspirativas alrededor de su muerte.
Recientemente, Netflix estrenó “Jeffrey Epstein: Asquerosamente Rico“, una serie documental de cuatro capítulos que expone la trama de abusos y violaciones del magnate norteamericano, donde puede ver a las sobrevivientes de su red de trata, que relatan lo sucedido. Uno de los ejemplos es el caso de una adolescente sueca de quince años que, al no querer acceder a sus pedidos, no le permitió irse de la isla privada en Islas Vírgenes, y le retuvo el pasaporte para que no pudiera volver a su país.
Los testimonios de las víctimas coinciden en establecer que Ghislaine Maxweel era quien se encargaba de la coordinación para que Epstein tuviera sus dos o tres masajes sexuales diarios, brindados en la mayoría de los casos por menores.
Empujado por su ambición, Epstein se hizo de un nombre en Wall Street. Estuvo involucrado en el esquema Ponzi más vasto del mundo financiero norteamericano, pero consiguió salir indemne. Los poderosos confiaban en él. Una de sus consultoras se dedicó exclusivamente a clientes que tenían fortunas mayores a los mil millones de dólares (los billionaires).
El salto definitivo lo dio cuando comenzó a manejar, con un poder total de administración y disposición, la fortuna de alrededor de 1300 millones de dólares de Les Wexner, CEO y propietario de Limited Brands (la empresa que contenía entre otras a Victoria’s Secret y Abercrombie & Fitch). Wexner era conocido por ser receloso, pero su legendaria desconfianza cedió ante Epstein.
Algunos lo llamaban “El Novio”, y se rumoreaba que ambos mantenían una relación sentimental. Ellos lo desmintieron. Luego de la primera denuncia contra Epstein, Wexner lo excluyó del manejo de sus finanzas. En 2019, tras la muerte del magnate, Wexner declaró que había sido manipulado, se mostró avergonzado y denunció que Epstein le robó 46 millones de dólares.