
Los Bonobos debutó semanas antes de la pandemia del Covid-19, y tuvo que parar por muchísimos meses. El espectáculo de Laurent Baffie versionado por Julián Quitanilla, es un bálsamo en plena Calle Corrientes. La historia refleja cómo tres amigos de toda la vida que nunca se enamoraron, conocen a distintas mujeres a través de una página web de citas.
El desafío que emprenden estos hombres es que sus candidatas no descubran que uno es sordo, otro ciego, y el tercero mudo. Las interpretaciones del elenco son maravillosas. Martín Campi Campilongo hace un trabajo consagratorio. Si bien tenerlo en un staff es garantía de confianza, con el personaje de Fran reafirma su calidad artística. Lo mismo sucede con Peto Menahem, otro estandarte del humor que se pone al hombro el espectáculo en varios momentos.
Osqui Guzmán, otro artista de pies a cabeza, nos deleita con un Dani muy particular, donde si bien se luce mucho cuando habla, lo hace también cuando aparece en un plano secundario de la escena. Lo de Lizy Tagliani no sorprende, pero es poner un pie arriba del escenario, y que el público se comience a reír. A lo largo de todos estos años, la también conductora logró la empatía de la gente, pero no se quedó en eso. Con este personaje se mueve como pez en el agua en la comedia, pero también tiene un espacio importante para la reflexión.
Completan el elenco de lujo Manu Pal y Anita Gutiérrez, dos actrices que lo dan todo arriba del escenario, y que cada una tiene su destaque en este show. Se entregan de lleno a la risa, y demuestran su versatilidad en los momentos dramáticos. La puesta en escena es uno de los puntos fuertes de “Los Bonobos”: un despliegue pocas veces visto en Buenos Aires, bajo la producción técnica de Lucas Freda y la dirección del genial Alberto Negrín bajo la producción general de RGB Entertainment Group.
Las carcajadas de la gente retumban en el mítico teatro Lola Membrives, donde se presentan de miércoles a domingos con funciones dobles los días sábado. Los Bonobos habla de temas actuales como la inclusión, la discriminación, las inseguridades y la amistad. Es una muestra más de que el teatro hace bien, y que la gente necesita reírse cada vez más.