Las protestas en Cuba continúan. Miles de personas salieron a las calles en una inusual manifestación masiva al grito de “abajo la dictadura”.

En Cuba, la ciudadanía sigue revelándose en protestas que continúan y no cesan. A los gritos de “libertad”, “abajo la dictadura” y “patria y vida”, miles de cubanos se lanzaron a las calles este domingo en más de 20 localidades del país, en la mayor protesta ocurrida en Cuba en los últimos 60 años. Según las denuncias y videos difundidos en redes sociales, varias manifestaciones fueron disueltas de forma violenta por la policía. Lo que empezó como una manifestación en la ciudad de San Antonio de los Baños al suroeste de La Habana se fue extendiendo a lo largo del país.

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Horas más tarde, el presidente Miguel Díaz-Canel se presentó en la televisión nacional para convocar a sus seguidores a salir a las calles a “enfrentar” a los manifestantes. Se vieron varios videos publicados en redes sociales y fotografías que mostraron a militares y agentes de civil golpear y disparar contra manifestantes. Díaz-Canel declaró que “la orden de combate está dada: a la calle los revolucionarios“, y atribuyó la actual crisis que vive la isla al embargo de Estados Unidos y a medidas del gobierno de Donald Trump.

“Estamos convocando a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles y vayan a los lugares donde vayan a ocurrir estas provocaciones, hoy, desde ahora y en todos estos días”, dijo el mandatario en un inusual mensaje que se trasmitió por todas las cadenas de radio y televisión de la isla. Por el lado de la ciudadanía, el mayor objetivo de la población es lograr la “libertad” y “abajo la dictadura”.

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A través de redes sociales, numerosos cubanos trasmitieron en vivo las marchas en las que se veía a miles de personas gritando consignas contra el gobierno, contra el presidente Díaz-Canel y pidiendo cambios políticos. Según contó Selvia, una de las manifestantes en San Antonio de los Baños, en diálogo telefónico con BBC Mundo, se reunieron “frente a la plaza de la iglesia” y siguieron “toda una marcha por toda la Calle Real hasta el gobierno y la policía”.

“Esto es por la libertad del pueblo, ya no aguantamos más. No tenemos miedo. Queremos un cambio, no queremos más dictadura”, agregó Selvia. Las manifestaciones tienen lugar en el peor momento de la pandemia en el país, con denuncias de centros de salud colapsados y tras meses de escasez de alimentos, medicinas y prácticamente todos los productos de primera necesidad.

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Alejandro, quien participó en la protesta en Pinar del Río, contó a la misma fuente que la protesta en su provincia se inició tras ver en redes sociales lo que estaba pasando en San Antonio de los Baños. “Vimos la protesta en las redes y la gente empezó a salir. Este es el día, ya no aguantamos más”, dijo el joven por vía telefónica. “No hay comida, no hay medicinas, no hay libertad. No nos dejan vivir. Ya nos cansamos”, agregó.

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El detonante de la actual situación parece ser, de hecho, una mezcla de la gravedad de la situación con el coronavirus y medidas económicas tomadas por el gobierno que han hecho cada vez más difícil la vida en Cuba. La isla, que mantuvo la pandemia bajo control en los primeros meses de 2020, vio en las últimas semanas un rebrote que la ha llevado a colocarse entre los lugares con más casos registrados por cantidad de población en América Latina. El domingo, Cuba reportó oficialmente 6.750 casos y 31 muertes, aunque numerosos grupos opositores denuncian que las cifras no dan cuentan de la situación real y que muchos fallecimientos por Covid-19 son atribuidos a otras causas.

Durante la última semana, el país ha roto sus récords diarios de contagios y muertes, lo que ha llevado, según denuncias, al colapso de numerosos centros de salud. Varios cubanos que aseguran que sus familiares murieron en sus casas sin recibir cuidados médicos o en los hospitales por carencias de medicamentos. El cubano Lisveilis Echenique contó que su hermano, de 35 años murió en su casa por no haber lugar para él en los hospitales. Lenier Miguel Pérez asegura que su esposa embarazada murió por lo que considera “negligencias médicas“.

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Durante el fin de semana, se llenaron las redes de mensajes bajo las etiquetas #SOSCuba y #SOSMatanzas para pedir ayuda internacional y una “intervención humanitaria” ante la crítica situación con el coronavirus en la isla. Se volvieron virales varios videos de hospitales colapsados. El presidente cubano cree que la situación actual era la misma que habían vivido otros países, sólo que a Cuba había llegado tarde porque habían logrado mantener controlado el virus antes. Destacó que Cuba había producido sus propias vacunas contra el coronavirus (aunque la administración de las dosis todavía es limitada en la mayoría de las provincias).

En segundo lugar, apremia la “la situación económica” Con el turismo paralizado, el pilar fundamental de Cuba y uno de sus motores en la economía cubana, el coronavirus ha tenido un profundo impacto en la vida económica y social de la isla, a lo que se ha unido la emergencia de una creciente inflación, apagones, escasez de comida, medicamentos y productos básicos. A principio de año, el gobierno propuso un nuevo paquete de reformas económicas y aumentaron los salarios, pero la crisis disparó los precios y economistas como Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali, estiman que podrían subir entre el 500% y el 900% en los próximos meses.

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La pandemia ha sido también sinónimo de grandes filas para que los cubanos puedan comprar bienes como aceite, jabones o pollo y un tiempo los cortes de electricidad se han vuelto cada vez más frecuentes. Los medicamentos básicos han comenzado a escasear tanto en las farmacias como en los hospitales, y en muchas provincias han comenzado a vender pan hecho a base de calabaza ante la carencia de harina de trigo.

Los cubanos aseguran que en algunos centros médicos no existen ni aspirinas para bajar la fiebre, mientras la isla ha vivido también brotes de sarna y otras enfermedades infecciosas. El mes pasado, el gobierno decidió dejar de aceptar “temporalmente” dólares en efectivo, la principal divisa que reciben en remesas los cubanos, en una medida que es vista por economistas como la más restrictiva impuesta sobre la moneda estadounidense desde que estuvo penalizada durante por el gobierno de Fidel Castro.

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Y como tercer punto de suma importancia es “el acceso a internet”. En un mundo globalizado, y a 30 años después del conocido como “Maleconazo“, el escenario es muy diferente: pese que durante el gobierno de Fidel Castro el acceso a internet en la isla estuvo restringido, Raúl Castro dio pasos de apertura que conllevaron a una mayor conectividad en la isla. Desde entonces, los cubanos han utilizado las redes sociales para denunciar su incomodidad con el gobierno.

Esto dio como resultado que se ha llegado al punto que las autoridades han tenido que responder en sus medios oficiales sobre lo que están comentado los cubanos en las redes. La población, principalmente los jóvenes, tienen acceso a Facebook, Twitter e Instagram, que constituyen también sus principales canales de información ante el discurso oficial de los medios estatales. El acceso a internet también ha llevado a la aparición de numerosos medios independientes que reportan sobre temas que no solían aparecer generalmente en los medios oficiales.

Las redes se han vuelto también el canal para que artistas, periodistas e intelectuales reclamen sus derechos o convoquen protestas. Las redes sociales fueron también la vía en la que se esparció el domingo la noticia de la protesta en San Antonio y la forma en la que se organizó la protesta inicial. El gobierno de Cuba asegura que las redes sociales son utilizadas por los “enemigos de la revolución” para crear “estrategias de desestabilización” que siguen manuales de la CIA.