Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado presentaron anoche su streaming liberado y por Youtube ante la falla ténica de Ticketek que nunca se pudo solucionar.

Expectativa por verlos, las redes inundadas de reclamos a Ticketek porque había llegado el horario del show y sin novedades por más que la tecla F5 ya estaba casi gastada. Hasta que desde las redes de Los Fundamentalistas anunciaban que el recital se liberaba por Youtube y hasta en eso se parecía a una misa india: comprabas la entrada pero nunca te la cortaban y todos ingresaban sin pagar. Pasadas las 23:30, Todos a los modems, como diría mi amigo Roberto.

Y el show continuó. Con una puesta en escena que mostraba las ruinas en su esplendor, Los Fundamentalistas subieron al escenario para brindarnos una lista de 32 canciones imbatibles, que no resisten discusión ante cualquier ricotero de ley.

‘A los pájaros que cantan sobre las selvas de internet’ fue el tema elegido para romper el hielo, ‘Rock para el Negro Atila’ y ‘El Templo de Momo’ dieron comienzo a la misa nostálgica para que los guitar air, esta vez desde el living de nuestro hogares, empiecen a dibujar melodías. ‘El Tesoro de los Inocentes’, ‘La Piba del Blockbuster’, ‘Te estás quedando sin balas de plata’ y ‘Adieu bye bye aufwiedersehen’ entregaban un póker de grandes canciones, prolijamente interpretadas y tributadas por la banda que no tiene líder, y eso es una gran virtud de la que hablaremos después.

‘Beemedobleve’, el sensualísimo ‘Semen up’, ‘La dicha no es una cosa alegre’, ‘La parabellum del buen psicópata’, ‘Cruz Diablo!’ y ‘Un poco de amor Francés’ hacían que tengamos ganas de abrazar a quien o quienes se hayan cargado la responsabilidad en la elección de las canciones (¿El Míster habrá tenido algo que ver?).

‘Ramas desnudas’ y ‘Amok Amok’ para dar comienzo a un trío de canciones con dos de las mejores voces femeninas de la historia de nuestra música (perdón si exagero pero sigo tocado por lo de anoche): ‘Una rata muerta entre los geranios’ en la voz de Luciana Palacios y Deborah Dixon, ‘Héroe del Whisky’ llevando a Dixon hasta uno de los puntos más altos de la noche y ‘Por qué será que Dios no me quiere’ por Palacios.

La siempre emocionante ‘Juguetes perdidos’ (ausente en el último show del Indio en Olavarría) en la voz de sólido Gaspar Benegas y ‘Había una vez’ por Sbaraglia, nos llevan a un momento inesperado de la noche: la tanda de inéditos ricoteros. ‘Rock de las abejas’, ‘Quema el celo’, ‘Pura suerte’ y ‘Un tal Brigitte Bardot’, donde, una vez más, Deborah Dixon nos demuestra que no hay canciones con género.

‘Pabellón séptimo’ y ‘To beef or not to beef’ son el preludio de una presencia omnipresente durante todo el show, de nuestra respiración entrecortada ante cada intervalo, de la ilusión que la foto que se sacó en Epecuén haya sido en Marzo y no hace años atrás. Nuevamente en la pantallas EL, la leyenda viviente, el que desafía a la ciencia, al tiempo y a las reglas impuestas. Carlos Alberto Solari se suma a los Fundamentalistas para estrenar dos canciones: ‘Las ventajas de rezar’ y la premonitoria ‘Encuentro con un ángel amateur’ que oficia, casi, de despedida, nos guste o no.

La banda vuelve en formato sin Indio para ‘Mariposa Pontiac – Rock del país’ y ‘Flight 956’ para que aparezca nuevamente desde las pantallas, y entone ‘Strangerdanger’, cerrando así su participación increíblemente coordinada y ensayada.

El final no podía ser otro, ‘Jijiji’ con Pablo y Gaspar en las voces para lograr ‘El pogo más grande de los servidores’ con una asistencia promedio de 90000 hasta casi las 2AM. El tiempo dirá si esta presentación quedará en la historia aunque me animo a decir que tiene todos los condimentos para lograrlo.

Más de dos horas y media de show, la mejor lista jamás imaginada, una banda sólida, emocionante y donde ‘Cualquiera puede cantar’, Indio desde las pantallas, canciones nuevas, un escenario en ruinas y el show liberado para un mundo encerrado. ¿Querés más épica? No se consigue.