29/04/2025 - Edición Nº812

Política

Elecciones porteñas

Los negocios con el Estado del marido y la cuñada de Silvia Lospennato a través de Hammurabi Digital SRL

14/04/2025 | Mientras Jorge Macri busca consolidarse en la Ciudad, su principal candidata arrastra una larga lista de privilegios, acomodos y negocios familiares con el Estado porteño.



A menos de un mes de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo porteño enfrenta una contradicción insalvable: su apuesta para encabezar la lista, Silvia Lospennato, es todo lo que el discurso de la “ficha limpia” pretende combatir. Apadrinada por Mauricio Macri y sostenida por la gestión de Jorge Macri, Lospennato se muestra como una abanderada de la transparencia, pero carga con un historial plagado de favores, irregularidades, y contratos millonarios direccionados a su círculo íntimo.

La propia candidatura ya nace viciada. Según denunció Leandro Santoro, principal figura de Unión por la Patria en la contienda, Lospennato ni siquiera está empadronada en la Ciudad. No podrá votar el 18 de mayo porque su domicilio legal no corresponde al distrito en el que quiere ser elegida. No es un tecnicismo: es una violación directa de la ley Electoral. Y no es la primera vez que incurre en esta maniobra: en 2009, la Justicia le había impugnado una candidatura por el mismo motivo, cuando intentó postularse en la provincia de Buenos Aires con un domicilio cuestionable.

La residencia simulada no es el único fantasma que arrastra. a lo largo de su carrera, Lospennato ha sabido mantenerse cerca del poder y, lo más grave, monetizarlo. Su esposo, Fernando Depalma, es titular de la Editorial Hammurabi SRL, empresa que desde hace años se beneficia de contrataciones directas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sin competencia, sin licitaciones, sin pudor. En 2024, por ejemplo, el Consejo de la Magistratura porteño le adjudicó más de 9 millones y medio de pesos por “material bibliográfico”. En paralelo, la Dirección General de Administración firmó contratos con Hammurabi Digital SRL, también manejada por Depalma y su hermana Anabella.


Silvia Lospennato y Jorge Macri, de campaña por las calles de la Ciudad.

El negocio es redondo y se repite cada año. Y por si fuera poco, Anabella Depalma —cuñada de Lospennato y codirectora del holding familiar— fue contratada en 2022 por la secretaría Legal y Técnica del gobierno porteño. Es decir: el mismo gobierno que les compra, les da trabajo. La transparencia queda enterrada bajo una montaña de contrataciones cruzadas, conflictos de intereses y favoritismos institucionalizados.

¿Esto es ficha limpia? 

Mientras Lospennato pontifica en los medios sobre la necesidad de “moral republicana” y “fichas limpias”, su entorno familiar factura millones con el Estado sin ningún tipo de control ni supervisión. Su carrera, construida a base de domicilios falsos, saltos partidarios (del sciolismo al macrismo sin escalas), acomodos y negocios públicos, es una burla a cualquier intento de regeneración democrática.

Y lo más preocupante es que Jorge Macri, a cargo de una Ciudad cada vez más opaca en términos institucionales, la presenta como la cara visible de su proyecto político. Una candidata sin arraigo en CABA, sostenida por el mismo entramado que ella misma representa: el de la utilización del Estado como plataforma de negocios personales.

Como si todo esto fuera poco, los números tampoco acompañan. Según una encuesta de Tendencias Consultora, Leandro Santoro lidera la intención de voto en la Ciudad, mientras que Lospennato —junto a Manuel Adorni, de La Libertad Avanza— sufre el costo de la fragmentación del electorado y la pérdida de credibilidad del oficialismo porteño.

Silvia Lospennato no es una anomalía dentro del esquema de poder que hoy dirige la Ciudad: es su máxima expresión. Una figura que simboliza cómo el macrismo en CABA ha naturalizado la mezcla de intereses públicos y privados, el acomodo familiar, el uso del aparato estatal para el beneficio de unos pocos y el vaciamiento ético de la política.

La verdadera boleta de Lospennato no está en ninguna lista oficial. Está en los registros de compras del Gobierno de la Ciudad, en los contratos direccionados, en los sueldos familiares, en los domicilios falsos, en las trampas legales, en la impunidad. Y si eso no mancha su ficha, el problema no es solo ella. Es el sistema que la sostiene.