17/07/2025 - Edición Nº891

Internacionales

Se rompe el silencio

Condena histórica de la ONU a Guinea Ecuatorial por persecución étnica en Annobón

13/06/2025 | El régimen de Teodoro Obiang fue señalado por detenciones arbitrarias, torturas y represión sistemática contra el pueblo annobonés. Las Naciones Unidas exigen justicia, reparación y difusión pública del fallo.



Por primera vez en décadas, la comunidad internacional alza su voz contra uno de los regímenes más longevos y autoritarios del planeta. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU emitió una resolución histórica en la que condena al Estado de Guinea Ecuatorial por violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos cometidas en la isla de Annobón, un territorio insular bajo ocupación militar y sometido a un régimen de censura absoluta.

El dictamen, elaborado por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, señala que las autoridades guineanas secuestraron, torturaron y mantuvieron incomunicadas a 37 personas por motivos “étnicos, culturales y nacionales”, lo que configura, según el derecho internacional, un acto de persecución racial.

Las víctimas incluyen artistas, docentes y líderes comunitarios que habían denunciado públicamente la devastación ambiental, la destrucción de viviendas y el saqueo de los recursos naturales en la isla. En lugar de diálogo, recibieron represión brutal y desaparición forzada. La ONU ordenó su liberación inmediata, la investigación penal de los responsables, la indemnización de los damnificados y la publicación oficial del fallo por parte del régimen.

La resolución, notificada el pasado 10 de junio, fue impulsada por el abogado español Aitor Martínez Jiménez y por el Primer Ministro del Gobierno de Annobón en el exilio, Orlando Cartagena Lagar. Ese mismo día, en un intento de mitigar el impacto internacional, el régimen de Teodoro Obiang anunció la liberación forzada de los secuestrados, sin ofrecer explicaciones ni garantizar justicia.



Annobón, una pequeña isla atlántica con poco más de 2.000 habitantes, permanece hoy bajo control militar. No hay internet, ni señal telefónica. Las fuerzas de seguridad impiden el ingreso de periodistas y organismos internacionales. La población vive atemorizada, empobrecida y aislada del mundo.

Desde hace años, el régimen de Obiang —en el poder desde 1979— ha ejercido un control férreo sobre este territorio, cuya identidad cultural y lengua propia han sido sistemáticamente suprimidas. A pesar de las reiteradas denuncias, la comunidad internacional había mantenido hasta ahora un silencio cómplice.

“El reconocimiento de Naciones Unidas marca un antes y un después”, afirmó Martínez Jiménez. “Por primera vez se señala con nombre y apellido que en Annobón se cometen crímenes de persecución racial por parte del Estado. Es una forma encubierta de colonialismo interno”, agregó Cartagena Lagar.

La resolución exige algo más que la liberación de personas injustamente detenidas. Obliga a repensar el rol de los organismos internacionales, los gobiernos africanos y las potencias occidentales frente a una dictadura que ha utilizado el petróleo como blindaje diplomático.

Guinea Ecuatorial, que fue colonia española hasta 1968, es uno de los países más ricos en recursos de África, pero también uno de los más desiguales y reprimidos. El régimen de Obiang —quien ostenta el récord de permanencia en el poder a nivel mundial— ha sido acusado reiteradamente por corrupción, torturas, asesinatos políticos y represión sistemática de minorías.

Con esta resolución, Annobón deja de ser un punto invisible en el mapa. Y el mundo, por fin, tiene un fallo firme para actuar.

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