29/06/2025 - Edición Nº873

Internacionales

Tras la condena de la ONU

Papa León XIV recibe al dictador más longevo del mundo, Teodoro Obiang

29/06/2025 | El líder religioso recibió con honores al presidente de facto de Guinea Ecuatorial, señalado por torturas, represión étnica y corrupción. La visita fue ocultada por el Vaticano, pero revelada por el dictador.



Hace apenas dos semanas, las Naciones Unidas emitieron una condena histórica contra Guinea Ecuatorial por persecución étnica en la isla de Annobón. El régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogoel dictador más longevo del planeta— fue acusado de discriminación sistemática, represión militar y desapariciones forzadas contra su propia población. Pero el Vaticano no pareció inmutarse.

El pasado viernes, el Papa León XIV recibió con honores en una audiencia oficial a Obiang y a su esposa, la primera dama Constancia Mangue, en el corazón de la Santa Sede. La escena no fue publicada por los canales habituales del Vaticano, ni hubo video institucional como en otras visitas. Fue la propia dictadura quien difundió las imágenes, rompiendo el silencio del encuentro.

Una visita que no fue inocente

Según fuentes diplomáticas y publicaciones locales, el viaje tuvo motivaciones más terrenales que espirituales. Existen sospechas de nuevos negocios entre el Vaticano y el régimen de Obiang, incluyendo la posible apertura de canales financieros, la gestión de propiedades de la Iglesia en África Central y el reforzamiento del papel eclesial en un país devastado por la censura, la corrupción y el miedo.

La omisión del video oficial y el manejo comunicacional en Roma solo alimentan las sospechas: ¿por qué el Vaticano intentó esconder la visita? ¿Qué justifica que el Papa reciba a un dictador condenado por la ONU mientras aún se oyen los ecos de los testimonios de Annobón?


Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, y su séquito, fue recibido por el Pontífice.

La represión, el saqueo y el horror

Teodoro Obiang lleva más de 45 años en el poder. Asumió en 1979 tras derrocar a su propio tío, y desde entonces consolidó un régimen autocrático, familiar y violento. Su hijo, Teodorín Obiang, fue condenado en Europa por lavado de dinero, malversación de fondos públicos y compra de mansiones, yates y autos de lujo con dinero del Estado. En paralelo, el país sigue sumido en la pobreza extrema.

La isla de Annobón, habitada por una minoría annobonesa, se convirtió en los últimos años en símbolo de la persecución étnica en Guinea Ecuatorial. Denuncias de apagones intencionales, violencia sexual, detenciones arbitrarias y amenazas a niños y ancianos forman parte del informe que llevó a la ONU a emitir una condena formal el 13 de junio de este año.

Mientras tanto, la pareja presidencial viaja por Europa, promueve una falsa imagen de “diálogo y tolerancia”, y ahora suma una bendición papal que legitima —al menos simbólicamente— décadas de impunidad.

¿Y la coherencia moral?

El Papa León XIV, elegido tras la muerte de Francisco, asumió con promesas de continuidad pastoral, humildad y cercanía con los pueblos olvidados. Pero en sus primeros gran gestos internacionales, recibe al representante de uno de los regímenes más crueles del planeta. Y lo hace en secreto, sin transparencia, cuando la comunidad internacional empieza a cercar a Obiang por sus crímenes.

La Iglesia Católica ha tenido momentos oscuros en su historia diplomática. Este puede ser uno más. Y lo peor es que no parece un error: parece una decisión.

Relacionadas
Más Noticias