El pasado jueves el gobierno de la Ciudad decidió prohibir la utilización del lenguaje inclusivo en las aulas.

Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, sostuvo que utilizar el lenguaje inclusivo genera “un obstáculo” en el aprendizaje y advirtió que sancionarán a los docentes que incumplan la prohibición de su uso institucional en las escuelas porteñas.

“La utilización de estas nuevas incorporaciones que rompen las convenciones del lenguaje generan un obstáculo. Si en el aula ponés en un primer grado una palabra con un arroba, otra palabra con una ‘x’ y otra palabras escrita correctamente, generás confusión”, dijo Acuña en diálogo con FM Milenium.

“Entonces nosotros decimos: ‘Eliminemos esos obstáculos’. Eso no quiere decir eliminar el lenguaje inclusivo, la lengua española tiene una infinidad de recursos para no utilizar el masculino genérico. Somos todos conscientes de eso. La lengua no es neutral, también invisiviliza. Yo no me siento cómoda cuando en una sala dicen: ‘Señores, vamos a hablar de tal tema”, agregó.

No más “chiques” ni “todxs”: el gobierno porteño prohibió el lenguaje  inclusivo en las escuelas - Infobae

Según Acuña, la utilización del lenguaje inclusivo en las aulas “genera un obstáculo en la comprensión y en la fluidez lectora y en la escritura por parte de los estudiantes que están en una situación muy crítica”.

Sobre el incumplimiento de la nueva normativa, Acuña, afirmó: “Es obvio que como toda norma se tiene que cumplir y si no se cumple, hay un proceso administrativo disciplinario. Del mismo modo que si una docente elige evaluar con emoticones en lugar de números. Yo regulo las formas de evaluar. Si no se cumple, hay un procedimiento de sanciones”.

La ministra, agregó también, que la resolución de su cartera no se refiere a una prohibición: “no habla de prohibición en ningún momento. Ninguna de las medidas que acompañan las normativas hablan de prohibición. La primera parte habla de regulación del ejercicio de la tarea docente. El segundo artículo habla de la aprobación de manuales sobre el uso del lenguaje inclusivo sin la necesidad de tergiversar la lengua española”.