El proyecto fue aprobado en diputados con 155 votos positivos, varios legisladores advirtieron que podría ser la antesala de la legalización de la marihuana.
La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que establece el marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y Cañamo Industrial. La iniciativa se aprobó con 155 votos a favor, 56 en contra y 19 abstenciones.
En el debate Mara Brawer, diputada del Frente de Todos aseguró que este proyecto “federal que generará muchos puestos de trabajo, que “en el mundo hay aproximadamente 25 mil usos para la planta del cáñamo, de la cual se utilizan todas sus partes, desde la raíz hasta las hojas” y que “se trata de una industria sustentable con el ambiente”.
A su vez, Carolina Gaillard, enfatizó que “esta ley de marco regulatorio para el desarrollo productivo del cannabis industrial y el cáñamo industrial no puede esperar, porque garantiza que las familias puedan acceder a un producto seguro y de calidad. En este sentido, viene a complementar la ley 27.350, del uso medicinal del cannabis. Hay miles de familias que están esperando este dictamen, el dolor no puede esperar”.
“Además, es una gran oportunidad para Argentina, ya que aporta divisas y genera puestos de trabajo en todas las regiones de nuestro país. Se calcula que puede generar 500 millones de dólares al año en el mercado interno y 50 millones de dólares de exportaciones anuales”, finalizó.
Desde Juntos por el Cambio, Ricardo Buryaile afirmó que “aprobar este proyecto no es una carta blanca ni para el consumo, ni para el narcotráfico. Es simplemente iniciar una etapa en la Argentina donde se legaliza lo que es la producción que hoy hacen miles y miles de mamás para sus hijos”.
Y recordó que “en 2017 se sancionó la ley 27.350, que establecía un marco regulatorio para la investigación médica y científica del cannabis medicinal y sus derivados, pero era insuficiente para llegar a la sociedad, paso que pretendemos dar hoy. Estamos estableciendo que las etapas de producción y comercialización con fines terapéuticos estén contemplados en la ley, cosa que no sucedía hasta hoy”.
“Estamos apostando a la salud pública, a miles de personas a quienes vamos a mejorar el tratamiento, vamos a mejorar su calidad de vida. No es el mejor proyecto, es perfectible, esto es un paso adelante”, enfatizó.
En oposición a la iniciativa, la diputada Graciela Ocaña, justificó que “el aparato burocrático de magnitud -que se crea para implementar la ley- va a traer un gasto enorme y no un beneficio para el tema de la salud, por eso no acompaño el proyecto”.
Graciela Camaño, también manifestó su rechazo, al advertir que “el Estado no tiene políticas de combate de la droga ni de las adicciones, en ese marco venimos a poner un nuevo commodity bajo el ropaje del cannabis medicinal. Queda claro que lo que viene después es la legalización de la marihuana”.
“Se abre un cambio de paradigma”
Carlos Selva, diputado nacional, destacó el consenso alcanzado para sancionar la Ley del cannabis medicinal y aseguró que “la planta tiene una potencialidad productiva terrible”.
El legislador del Frente de Todos destacó “la cantidad de votos positivos que tuvieron varios artículos” y valoró “la potencialidad productiva terrible de esta propuesta ya que la planta tiene un buen desarrollo en tierras áridas, lo que se abre un cambio de paradigma”.
También señaló que “hay gran expectativa en el sector por el impulso productivo que posibilita este proyecto, sobre todo en algunas provincias que ya vienen desarrollando procesos de producción”.
Por otra parte, también cuestionó sectores de la oposición: “es muy difícil avanzar cuando la oposición presenta temas que poco tienen que ver con lo que pasa a la sociedad”. De todos modos, indicó que las posiciones en el recinto son “diversas por cuanto hay opiniones muy fundadas desde puntos de vista positivo y negativo. La discusión pasa por un tema político partidario y no de transparencia“.