Los ausentes fueron Xi, Sheinbaum, Von der Leyen. La ceremonia de investidura del presidente electo Donald Trump en Washington dio una idea de las futuras alianzas internacionales que el mandatario va formando en el mundo.
Entre los mandatarios extranjeros invitados a la asunción de Donald Trump el presidente electo de los Estados Unidos, sin duda se destacó el presidente argentino Javier Milei, que fue además uno de los que primero que acudió a Mar-a-Lago para felicitar a Trump tras su rotunda victoria con Kamala Harris. No es el único mandatario latinoamericano invitado, también invitó al salvadoreño Nayib Bukele, con quien lo une un discurso populista, su mano dura con la delincuencia y su afición por las criptomonedas.
El ecuatoriano Daniel Noboa, que no está en la cresta de la popularidad sino en medio de una polémica reelección, también fue de la partida. Noboa y Trump coinciden en su perfil de ‘políticos empresarios’, herederos de grandes fortunas reconvertidos en políticos. El venezolano Edmundo González Urrutia, al que Trump ha dicho que reconocerá como ‘presidente electo’, también está en Washington y publicó en las redes sociales un vídeo de camino a la ceremonia.
La política de Trump hacia Venezuela se espera con gran expectación, y se especula con que tome acción urgente para ayudar a los venezolanos. Fuera de Latinoamérica, destaca el nombre de Georgia Meloni, la primera ministra italiana ultraderechista y también adhiere al discurso antimigratorio en Europa. Los observadores creen que su presencia en Washington responde a un intento suyo de convertirse en ‘puente’ entre una Europa muy dividida y el nuevo Estados Unidos que Trump alumbra.
Ningún otro país europeo envió mandatarios, pero sí hay políticos de distintos movimientos cercanos al ‘trumpismo’: ahí destacan el ultraderechista español Santiago Abascal, fundador de VOX, y el polaco Mateusz Morawiecki, exprimer ministro y líder en el Parlamento Europeo del grupo Conservadores y Reformistas. Entre los ausentes, hay dos categorías: los que en ningún momento fueron invitados y los que, pese a serlo, no pudieron estar presentes por la situación de sus países o por otras consideraciones.
Trump invitó expresamente a los mandatarios de dos grandes potencias que no asistieron: el chino Xi Jinping, que ha enviado en su lugar al vicepresidente Han Zheng y que el pasado viernes tuvo una cierta deferencia al hablar por teléfono con el presidente electo. Tampoco el presidente indio Narendra Modi asistió, pese a haber sido invitado y haber mostrado una gran cercanía con Trump durante su anterior mandato.
Modi envió en su lugar, a su ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar; es el mismo caso con otros aliados como Japón y Australia. El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, junto con Milei el principal ‘trumpista’ de América Latina, había sido invitado, pero en su caso el Tribunal Supremo le ha impedido viajar al no devolverle el pasaporte confiscado durante sus investigaciones. Y tampoco pudo asistir otro gran aliado de Trump como es el primer ministro húngaro Viktor Orban.
Orban considerado ‘amigo’ por parte de Trump no asistió por cuestiones de agenda, es un líder europeo que puede jugar un importante papel para tender puentes entre Trump y otro aliado de Orban, el presidente ruso Vladímir Putin. En el grupo de los no deseados se agrupan principalmente todos los países europeos por separado y la Unión Europea en su conjunto: no estuvieron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Tampoco los jefes de Estado o primeros ministros de Alemania, Francia, España ni los principales países europeos. De forma significativa, su representación estuvo a cargo de simples embajadores. Mención aparte merece el Reino Unido, un país con el que Estados Unidos siempre ha mantenido una alianza exterior, incluso cuando los británicos pertenecían a la Unión Europea antes del ‘Brexit’. Su primer ministro laborista Keir Starmer no fue invitado.
Tampoco han sido invitados los líderes de los dos países más cercanos a Estados Unidos: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Sí asistieron: el británico Nigel Farage, el francés Eric Zemmour y la alemana Alice Weidel, líder del ultraderechista Alternativa por Alemania. Su presencia hoy hace más llamativa la ausencia de la Europa ‘oficial’. EFE