Su núcleo duro, que viene del Ministerio de Economía, ocupará los puestos clave en PBA. No hay lugar para gente de Scioli, Massa y pocos para La Cámpora. Hasta Infraestructura tendrá a un técnico en Administración

Como era de esperar, una mesa chica compuesta básicamente por técnicos en Economía y la Administración será el núcleo duro del futuro gobierno en la provincia de Buenos Aires. El flamante gobernador, Axel Kicillof, mudará parte de su estructura que lo acompañó en Nación al territorio más importante del país. Casi todos tendrán cargos clave.

Hay pocos lugares para “extrapartidarios” o personas que respondan a acuerdos políticos previos en el futuro gabinete provincial. La razón, además de la carrera profesional del gobernador, también tiene un trasfondo político: Buenos Aires deberá hacer frente a cuentas en rojo (70 mil millones de déficit, entre otros); precisará una reestructuración de deuda; un importante salvavidas de Nación, y obviamente, un nuevo presupuesto.

Las dos primeras grandes decisiones que tomará Kicillof ni bien asuma en una semana, será enviar a la Legislatura la ley de reforma de Estado (para “acondicionar” la estructura a los nuevos nombres, y gustos) y el presupuesto 2020. Aunque deberá afrontar un panorama complejo en las cámaras, se descarta que Juntos por el Cambio, votará sin más mayores objeciones ambas leyes (ya sea en diciembre, o en marzo, cuando comiencen las ordinarias).

Aunque siempre mantuvo reuniones con la ex ministra de Scioli, Silvina Batakis, -acaso la mujer que más conoce de los números bonaerenses-, Axel se inclinó por su núcleo duro para los puestos clave. Pablo López, quien supo ser su secretario de Finanzas, y tiene experiencia en “reperfilamiento” de deuda, ocupará la cartera que dejará Damián Bonari, el hombre de confianza de Hernán Lacunza.

Otro economista, también muy joven y de perfil bajo, se quedará con la codiciada silla del Banco Provincia. Se trata de Juan Cuattromo, quien integró el directorio del BCRA en la última época del kirchnerismo, y también es docente en la Unidad Nacional de José C. Paz, una inesperada cantera de futuros ministros.

Cuattromo le ganó la pulseada a Batakis, y su designación deberá ser aprobada por el Senado provincial, donde Cambiemos tiene mayoría. Lo mismo sucederá con la cartera educativa, donde salvo alguna modificación de último momento, el nombre puesto es para Agustina Vila, politóloga y secretaria académica de la Universidad de José C. Paz. Ostenta un paso por la Cancillería, y es la única mujer que integra los equipos técnicos de la transición de Axel. Comandará la Dirección General de Cultura y Educación.

Para ese cargo había sonado una de las personas de máxima confianza de Kicillof, el abogado Federico Thea, rector de la misma Universidad. Es una persona con amplios conocimientos en educación. Hoy se lo menciona como el futuro Secretario Legal y Técnico (un puesto con poca exposición, pero crucial), aunque también había sonado para el Ministerio de Justicia.

Para reemplazar a Roberto Gigante en la cartera de Infraestructura, está agendado Agustín Pablo Simone, licenciado en Administración, que también trabajó en el ministerio de Economía con Kicillof. Es otro técnico de perfil bajo, con paso por el Banco Ciudad.

La estructura bonaerense tiene tres puestos clave vinculado con la Economía: el ministerio en sí; el Banco Provincia y la agencia de recaudación (ARBA). Este último lugar será para Cristian Girard, también economista, quien presidió la Comisión Nacional de Valores (reemplazó a Vanoli en ese lugar). Es otra persona de extrema confianza del gobernador electo, con quien trabaja desde hace años.

Los tres cargos serán para personas del núcleo duro de Kicillof. No hay allí lugar para personas de La Cámpora, ni de los intendentes, y mucho menos de Sergio Massa.