Los investigadores del crimen de Lorena Rodríguez creen que Roberto Gutiérrez actuó con premeditación al momento de asesinar a su expareja. Ninguna de las cámaras del lugar funcionaban.
El hombre que en la madrugada del domingo asesinó a puñaladas a su expareja en el interior de un geriátrico de la localidad cordobesa de Calchín tenía antecedentes por violencia de género. Atento a estas circunstancias, los investigadores sospechan que pudo haber premeditado el asesinato, informaron fuentes policiales.
Se trata de Roberto Gutiérrez (42), quien quedó detenido a pedido de la Fiscalía de Turno de Río Segundo por el femicidio de Lorena Edith Rodríguez, una enfermera de 41 años que trabajaba en un geriátrico de esa localidad del este de la provincia de Córdoba.
“Él siempre fue una persona muy agresiva. Muy malo con ella, Le ha pegado tantas veces y le ha hecho cosas insólitas, que nadie se las imagina. Y ella seguía luchando por sus hijos y tener a su familia”, contó ayer a la tarde a Todo Noticias (TN) Estela, la madre de la víctima.
Entre lágrimas, la mujer recordó que Lorena era “era una excelente persona e hija”, quien se destacaba por su “compañerismo, amistad, cumplir con su trabajo y estar siempre“.
Estela recordó que hacía “varios años”, el acusado “le había arrancado los dientes” a su hija y “le dejó moretones por todos lados”, por lo que ella y su marido fueron a buscarla a un campo en Villa María, donde se encontraba con su expareja.
“Ella estaba muy mal. No sé hace cuánto ella hizo denuncia”, indicó la mujer y añadió que cuando su hija regresó a Calchín, un policía de allí les “decía que trataran de seguir (juntos) por los hijos”.
El hecho ocurrió alrededor de las 3.30 del domingo, cuando Lorena descansaba en un sillón del interior del geriátrico en el que trabajaba y fue asesinada de varias puñaladas.
Luego del crimen, Gutiérrez salió del Hogar de la Medalla Milagrosa, subió a su automóvil, se trasladó un poco más de 50 kilómetros hacia la localidad vecina de Las Varillas y se entregó en la comisaría.
En esa dependencia policial manifestó que había matado a su expareja y que el cuchillo con el que la había atacado, lo había tirado en la entrada de pueblo de Calchín.
La pareja se había separado en 2021 luego de una denuncia por violencia de género que implicó “restricciones de acercamiento” que debía cumplir Gutiérrez para acercarse a Lorena.
Fuentes de la investigación señalaron que esa medida procesal expiró tiempo después y no fue renovada, por lo que en la actualidad no existía ningún impedimento para que el hombre pudiera acercarse a su exmujer.
Del matrimonio nacieron cuatro hijos, de entre 10 y 25 años, señalaron las fuentes.
Un investigador judicial informó que se está tratando de determinar si el homicida premeditó el crimen, ya que las 16 cámaras de seguridad del geriátrico estaban desactivadas cuando ocurrió el asesinato.
Una de las sospechas de los pesquisas es que el propio agresor haya sido quien logró sacar de funcionamiento las cámaras para poder concretar el ataque sin ser descubierto.