La aprobación de la ley impulsada por el Gobierno fue acompañado por legisladores del bloque de Cristina Kirchner, espacio que replicó la dinámica de Diputados.
El Senado convirtió este jueves en ley el proyecto enviado por el Gobierno de suspensión de las PASO con 43 votos afirmativos, 20 negativos y seis abstenciones, en medio de una sesión atravesada por el escándalo que envuelve al presidente Javier Milei por el Criptogate $LIBRA.
La iniciativa fue acompañada por la totalidad del bloque libertario, un puñado de radicales, Las Provincias Unidas, casi todo el PRO y otros federales con línea directa con terminales en gobernadores de buen vínculo con Milei.
Se plegaron a este lote 11 senadores del interbloque kirchnerista y se replicó así el quiebre de ese espacio, como ocurrió en la votación de la Cámara de Diputados.
Del bloque K aportaron su poroto los senadores Guillermo Andrada (Catamarca), Sergio Leavy (Salta), Teresa González (Formosa), Carolina Moisés (Jujuy), Sergio Uñac (San Juan), Juan Manzur (Tucumán), Fernando Salino (San Luis) y los santiagueños José Emilio Neder, Claudia Abdala de Zamora y Gerardo Montenegro.
Entre los 20 negativos, destacaron Francisco Paoltroni (Formosa); los radicales Flavio Fama (Catamarca), Martín Lousteau (CABA), Maximiliano Abad (Buenos Aires) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego).
En tanto, los senadores más cercanos a la ex presidenta Kirchner fueron por la negativa, como José Mayans (Formosa), Anabel F. Sagasti (Mendoza), Oscar Parrilli (Neuquén) y Juliana Di Tullio (Buenos Aires), entre otros.
De esta manera, la oposición dialoguista y un sector del kirchnerismo le otorgaron una gran victoria al Gobierno, y una bocanada de aire fresco, en la semana más compleja que le tocó atravesar a la cúpula del Poder Ejecutivo desde su aterrizaje en la Casa Rosada, en diciembre del 2023.
Los principales argumentos en contra del cambio en la reforma pasaron por el presunto debilitamiento democrático e hicieron foco en ahorro que significará la medida, que fue uno de los argumentos centrales con los que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, impulsó la medida que, en principio, era más ambiciosa y pretendía la eliminación de las PASO.
Uno de los discursos en contras más encendidos lo esbozó Blanco (foto arrib), que hasta cuestionó el estado de la democracia en la administración mileísta. El legislador consideró que las PASO son un sistema válido para “que cualquier ciudadano pueda presentarse a consideración de la ciudadanía sin contar con la estructura de un partido”.
La defensa central del proyecto por parte del oficialismo la hizo el jefe de bloque, Ezequiel Atauche (foto abaj), quien planteó que “desde que existen las PASO, casi no hubo primarias. Las elecciones estuvieron llenas de primarias ficticias hechas para legitimar a los dueños de las lapiceras. No es responsabilidad de los ciudadanos financiar nuestras disputadas internas“.
“Esto es parte de un proceso de transformación histórico que venimos haciendo desde el Gobierno y de empezar a cuidar el bolsillo de los argentinos. Es momento que paremos de gastar y abusar de los impuestos de los argentinos“, finalizó Atauche.