El dirigente social Juan Grabois, se retiró de la estancia del británico Joe Lewis después de haber instalado un acampe durante 24 horas.

Al frente de un grupo de más de 80 personas, entre las que se encontraba el diputado nacional Federico Fagioli, Grabois irrumpió el martes por la mañana en la estancia Lago Escondido e invocó su derecho constitucional a acceder a la costa del lago, bajo la consigna “Las Malvinas son argentinas, Lago Escondido también”.

Bajo el título “Orgullosos de ser argentinos”, la empresa que opera en el lugar se había quejado horas antes por el acampe del dirigente social. “Hartazgo. De vivir laburando, con el corazón en la boca. De no poder vivir en paz”, comienza el comunicado del grupo Lago Escondido.

Hablemos del hartazgo de que pretendan una y otra vez marginarnos. Hablemos del hartazgo, de la discriminación de los que no trabajan a los que día a día perseguimos nuestros sueños dando lo mejor con honestidad y transparencia”, plantearon.

En tanto, desde el Frente Patria Grande, que todavía permanece en el Frente de Todos, aseveraron esta mañana que el último contacto que tuvieron con el grupo que está en Río Negro fue ayer a última hora.

La comunicación fue muy difícil durante todo el día porque, si bien al llegar al lugar la señal telefónica era muy buena, súbitamente se cortó. Suponemos que fue inhibida como forma de amedrentamiento y aislamiento comunicacional”, dijeron.

Asimismo, aclararon que los integrantes del acampe “estaban bien”, aunque cuestionaron las “hostilidades por parte de las patotas de Lewis” por las que habrían pasado, entre las que enumeraron: amenazas verbales de personas encapuchadas; movilización de “patoteros” a caballo y con perros, escoltados por la Policía de Río Negro; y cercamiento de terreno para impedir la salida de un grupo que debió abandonar el lugar por razones de fuerza mayor.

Los manifestantes desplegaron ayer nueve carpas. Si bien habían prometido no acercarse al casco de la estancia, una columna llegó hasta las puertas de la casa, donde un cordón de trabajadores resguardó el ingreso.

Fue para protestar porque se habían encendido los aspersores de riego. Grabois increpó a uno de los trabajadores. “El inglés te odia, te desprecia”, le reprochó. Más tarde, el dirigente increpó a los policías de Río Negro desplegados en el lugar. “Cagones”, les gritó, mientras mandaba a callar a una uniformada que intentaba calmarlo. En el lugar se hizo presente el fiscal Francisco Arrien, de El Bolsón.