Larreta participará de un encuentro virtual con otros gobernadores y encabezado por el presidente, hay acercamiento entre los jefes de gabinete de Alberto Fernández, la Ciudad y la Provincia

Tras la pelea por las clases presenciales Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, comienzan un nuevo capítulo en su vínculo, después del pico de tensión política por las visiones encontradas sobre las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Ahora, con reserva, la Casa Rosada evalúa las medidas que planea implementar el gobierno porteño, que se muestra dispuesto a negociar restricciones más severas para paliar la suba de casos y su impacto en el tensionado sistema sanitario.

Larreta y Fernández

Alberto Fernández rompió ayer la seguidilla de mensajes recargados contra Horacio Rodríguez Larreta. En un discurso desde Avellaneda, en lugar de apuntar contra el jefe de gobierno en particular como en los últimos diez días, eligió disparar contra el gobierno de Mauricio Macri. Ayer, también el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y sus pares de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, Felipe Miguel y Carlos Bianco, dieron el primer paso en el camino hacia un entendimiento. En atención al empeoramiento de la situación epidemiológica, después de 10 días de lucha pública decidieron avanzar hacia un acuerdo y se encontraron en la Casa Rosada.

La charla duró una hora, en la Provincia había reserva, mientras que el gobierno porteño, golpeado ante el impacto de la pelea pública y las consecuencias para la coordinación de medidas, festejó la mejora en la relación. “Horacio nos pidió a todos hacer un especial esfuerzo para que se reconstruya el diálogo y volver a ponerlo en valor”, destacó una fuente de la Ciudad. Mientras que fuentes de la Casa de Gobierno manifestaron que es cuestión de tiempo hasta que el presidente se reúna con el jefe de gobierno porteño de forma bilateral.

Desde Parque Patricios dejaron trascender al Gobierno, en los últimos días, en conversaciones informales, las medidas que se planean implementar para bajar los contagios. Apuntan a reforzar las restricciones vigentes, implementar algunas nuevas, e incluso hacer algunas concesiones con respecto a la educación presencial. Es decir, sobre el eje del conflicto que quedó en manos de la Corte Suprema, y que podría quedar obsoleta el viernes, cuando vence el DNU que ordenó el freno a las clases presenciales, si es que el Presidente no lo prorroga.

La Ciudad, por su lado analiza bajar la cantidad de usuarios de transporte público exigiendo a algunos sectores -entre ellos, el de la construcción- que provean vehículos privados para movilizar a sus empleados hasta los puntos de trabajo; enfatizar los aforos en los comercios, o directamente obligarlos a que atiendan puertas afuera. Con respecto a la educación, estarían dispuestos a frenar la presencialidad en escuelas secundarias, y priorizar a los chicos de la primaria. Además, piensan en “muchos más controles”.