Luego de su participación en el Foro de Davos, el presidente se prepara para una semana complicada por el paro de la CGT
Javier Milei regresó hoy al país, aterrizó en Ezeiza a las 8.14 de la mañana, luego de un viaje que tuvo una escala en Zurich con una espera de 45 minutos La policia alemana realió un operativo especial para evitar que el Presidente y su comitiva perdieran el avión que finalmente los trajo desde Frankfurt a Buenos Aires. El avión de Lufthansa aterrizó anoche en Frankfurt cuando el jefe de Estado y la delegación oficial ya tenían que estar en otra nave rumbo a Ezeiza.
Frente al inesperado problema, Lufthansa, la embajada argentina en Alemania y la policía local lograron estacionar una minivan frente a la puerta del avión para trasladar sin demora al presidente y su comitiva. Eran las 22.05, y a esa hora el vuelo LH 510 tenía que carretear con destino al Aeropuerto Pistarini. Milei, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la canciller Diana Mondino, el ministro de Economía, Luis Caputo, y Karina Milei subieron a un micro que estaba estacionado en la pista de aterrizaje.
na vez en el micro chequearon que faltaban funcionarios que habían acompañado a la delegación oficial en su viaje a Davos. “No los dejamos”, le dijo la secretaria General al Presidente. Javier Milei le respondió a su hermana: “de acuerdo, si no suben al micro, pierden el avión”. Segundos más tarde, la secretaria General Milei estaba en la pista de aterrizaje con cinco grados bajo cero, exigiendo a la tripulación de Lufthansa que se esperara al resto del equipo.
Ellos eran el médico presidencial, al traductor oficial, y a tres integrantes de la Casa Militar. A las 22.20, el avión despegaba hacia Buenos Aires con su comitiva. A Karina Milei no le importó, y hasta que el resto de la delegación no subió al micro, el chofer alemán mantuvo el motor apagado. Minutos mas tarde, se inició la vuelta con la delegación completa. “Ahora, sí. Nos vamos”, dijo Karina Milei para cerrar el incidente.
Milei se prepara para una semana compleja ante el paro de la CGT, la oscilación en los tipo de cambio y la discusión que tiene encerrada a la Ley ómnibus. La Casa Rosada no hará nada para que la GCT levante el paro, la única comunicación oficial fue la del día de ayer donde se decidió que: “empleado del estado que va a la marcha, se le descuenta el día laboral y el presentismo”. El presidente apunta a los dirigentes de Unión por la Patria que intentan sobrevivir después de la derrota de Sergio Massa.
Se trata de una batalla política con final incierto. Según Clarín si Milei aplaca la inestabilidad de los mercados, aprueba la ley ómnibus y la Corte no voltea el DNU, la presión de los dirigentes gremiales, la Cámpora y el peronismo remanente será sólo un acto reflejo. En cambio, si la ley ómnibus se transforma en una iniciativa que no prospera por las reformas negociadas y la Corte dicta la inconstitucionalidad del DNU, los mercados responderán a la derrota del Gobierno y el peronismo volverá al centro del tablero.
Sino se logra aprobar el DNU poco importará el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Casa Blanca y los inversores y banqueros que aplaudieron a Milei en el Foro Económico de Davos. Para la oposición ya terminó La Luna de Miel de los Cien Dias y la disputa política será en las calles, el Congreso y el Cuarto Piso de Tribunales.