El Presidente Alberto Fernández anunció que oficialmente dará marcha atrás con la intervención de Vicentín a través de un decreto de necesidad y urgencia.

De esta manera, el presidente, Alberto Fernández, volverá a cargar contra la cúpula de accionistas de la firma agroexportadora Vicentín y sostendrá, en ese marco, la “inviabilidad de salvar a la empresa”, según el texto que terminará de pulir en las próximas horas el Gobierno y que Fernández está a punto de firmar.

Desde su anuncio, que sorprendió incluso a algunos sectores del Frente de Todos, en los primeros días de junio, el Gobierno se enfrascó en una batalla política y judicial que luego incluyó al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y en la que hasta hoy no le había encontrado una salida viable. Rodeada, para colmo, por fuertes críticas del empresariado y la oposición, y frente a una reacción adversa de un sector relevante de la sociedad.

Entre esas motivaciones, la Casa Rosada alegaría, según confiaron, una obstrucción de los accionistas, demoras en la presentación de memorias y balances de la compañía, maniobras destinadas a entorpecer el estado real de la firma y el supuesto desvío de activos.