La dislexia es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz de problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras (decodificación).
La dislexia, que también se denomina «dificultad de lectura», afecta zonas del cerebro que procesan el lenguaje. Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal y, por lo general, también una visión normal. La mayor parte de los niños con dislexia puede tener éxito en la escuela con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado. El apoyo emocional también juega un papel importante. Aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen los mejores resultados. En ocasiones, la dislexia no se diagnostica durante años y permanece sin ser identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda.
Síntomas
Causas
La dislexia tiende a ser hereditaria. Parece estar relacionada con ciertos genes que afectan la forma en la que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje, y con factores de riesgo presentes en el entorno.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la dislexia son los siguientes: Antecedentes familiares de dislexia u otras dificultades de aprendizaje – Nacimiento prematuro o bajo peso al nacer – Exposición a la nicotina, a drogas, a bebidas alcohólicas o a una infección durante el embarazo que pueden alterar el desarrollo cerebral del feto – Diferencias individuales en las partes del cerebro que permiten la lectura
Complicaciones
La dislexia puede ocasionar una serie de complicaciones, entre ellas: Problemas para aprender – Problemas sociales – Problemas en la adultez Los niños que tienen dislexia están expuestos a un mayor riesgo de sufrir trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y viceversa. El trastorno de déficit de atención con hiperactividad puede causar dificultad para mantener la atención como también hiperactividad y conducta compulsiva, lo que puede hacer que sea más difícil tratar la dislexia.
Diagnóstico
Tratamiento
No hay una manera conocida de corregir la anomalía cerebral preexistente que causa la dislexia, un problema que dura de por vida. Sin embargo, la detección y evaluación tempranas para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar el éxito. Técnicas educativas La dislexia se trata con enfoques y técnicas educativas específicos, y se recomienda comenzar la intervención lo antes posible. Los análisis psicológicos ayudarán a los maestros de tu hijo a desarrollar un programa de enseñanza adecuado. Los maestros pueden usar técnicas que involucran la audición, la visión y el tacto para mejorar las habilidades de lectura. Ayudar a un niño a usar varios sentidos para aprender (por ejemplo, escuchar una lección grabada y trazar con un dedo la forma de las letras usadas y las palabras pronunciadas) puede ayudarlo a procesar la información.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Consultar al médico
Es probable que primero hables sobre tus inquietudes con el pediatra de tu hijo o con tu médico de cabecera. Para asegurarte de que las dificultades de lectura que presenta tu hijo no son por otro problema, es posible que tu médico derive a tu hijo a: Un especialista, como un médico de ojos (oftalmólogo) – Un profesional del cuidado de la salud capacitado para evaluar la pérdida de la audición (audiólogo) – Un médico que se especializa en el cerebro y en trastornos del sistema nervioso (neurólogo) – Un médico que se especializa en el sistema nervioso central y la conducta (neuropsicólogo) – Un médico que se especializa en la conducta y las capacidades de desarrollo de los niños (pediatra especialista en el desarrollo y la conducta) Tal vez, quieras pedirle a un familiar o un amigo que te acompañe a la consulta, si es posible, para que te brinde apoyo y te ayude a recordar la información.
Eduardo Vera
Columnista, escritor, autor. Formo parte de la redacción de News Digitales desde sus inicios