A los 39 años recibió el Olimpia de Oro.
Es un grande de verdad. Y no solo por sus imponentes 2, 06 metros de altura. Es uno de los más grandes deportistas de nuestra historia y está plenamente vigente. Es el único basquetbolista de la Generación Dorada de nuestro seleccionado que continúa en actividad, siendo el líder y bandera del equipo y transmitiendo a los más jóvenes los valores que llevaron a aquel grupo legendario a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la de plata en el Mundial del 2002.
Debe ser difícil elegir a un solo deportista entre tantos destacados. También debe ser difícil habiendo deportes individuales y grupales. Pero el caso de Scola no admite discusión. En un deporte grupal, él se sigue destacando. Fue gran responsable de haber liderado a jóvenes como Campazzo o Laprovítola hasta la final del Mundial China 2019 en una campaña que contagió a todo el público argentino que hacía pausas en sus trabajos para ver algo de los partidos de ese grupo fantástico. Una medalla plateada que fue una sorpresa para muchos, ya que el objetivo de máxima parecía ser la clasificación a los Juegos de Tokio 2020.
Luis está teniendo una gran temporada en el Olimpia Milano de Italia. Dice que se preparó especialmente desde antes de los Panamericanos para tener un gran año. Y que día a día sigue trabajando a conciencia, sabiendo que cada vez será más difícil pero que si lo hace, al final obtendrá su recompensa. Este diciembre el premio llegó en la forma del Olimpia de Oro entregado por el Círculo de Periodistas Deportivos. El último basquetbolista en obtenerlo había sido su amigo Emanuel Ginóbili en 2004 (compartido con Carlos Tevez), hace 15 años. A lo mejor era el premio que le faltaba para ingresar en el Olimpo del deporte nacional. Aunque yo creo que estaba ahí desde hacía rato.