Un estudio realizado por médicos científicos del Boston Children’s Hospital, en Estados Unidos, advirtió que la cepa de coronavirus Covid-19 Ómicron genera casos de crup, una afección de las vías respiratorias superiores, cuando ésta se posiciona como dominante.
Crup también es conocida como laringotraqueobronquitis aguda, una enfermedad que tiene como principales afectados a los bebés y a los niños pequeños.
Sus síntomas más comunes son una tos perruna y dificultad respiratoria, a la cual se llega luego de una infección viral que provoca inflamación en la garganta alrededor de las cuerdas vocales y la tráquea. Todos estas sensaciones empeoran por la noche y pueden llegar a durar hasta una semana.
En el informe se precisó que 75 chicos fueron atendidos de emergencias con la patología y tuvieron que recibir una mayor cantidad de medicamentos y hasta fueron internados para su seguimiento, algo que generó alerta entre los médicos estadounidenses.
El estudio fue publicado recientemente en la revista científica ‘Pediatrics’ y tiene como autor al doctor Ryan Brewster, quien aseguró que “hubo una delimitación muy clara desde el momento en que ómicron se convirtió en la variante dominante hasta el momento en que empezamos a ver un aumento en el número de pacientes con laringotraqueobronquitis”. “La mayoría de los casos pueden tratarse en el ámbito ambulatorio con dexametasona y cuidados de apoyo”, señaló Brewster.
Asimismo, al referirse a las hospitalizaciones, indicó que la tasa es “relativamente alta y el gran número de dosis de medicación que necesitaron los pacientes con laringotraqueobronquitis por COVID-19 sugieren que este virus podría causar un laringotraqueobronquitis más grave en comparación con otros virus”.
Esta patología mejora, generalmente sin ayuda médica, por lo que solamente se indica reposo, por eso mismo generó alerta en la comunidad científica de Estados Unidos, ya que los niños necesitaron ser internados y medicados.
De acuerdo a varios sitios especializados, los pacientes con esta enfermedad deben recibir para su tratamiento vapor de la ducha o de una pava durante unos 10 minutos. También, en época invernal, se recomienda sacar a los niños fuera de la casa unos minutos.
Estados Unidos autorizó la inoculación de una segunda dosis de refuerzo contra el coronavirus de las vacunas de Moderna y Pfizer en adultos mayores de 50 años, como respuesta a la nueva variante de Ómicron que apareció especialmente en aquellos Estados en donde se relajaron la medidas sanitarias de prevención.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a que aquellas personas que ya hayan recibido una dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna hace al menos cuatro meses, reciban una inoculación, según la agencia Ansa.
Si bien es cierto que la variante Ómicron ha disminuido su presencia en Estados Unidos, existe una nueva variante que sí continúa propagándose por el país y genera cierta preocupación sobre el resurgimiento de nuevos brotes, destacaron especialistas.
En este contexto, las autoridades sanitarias estadounidenses apostaron por el uso de dosis de refuerzo como una herramienta, cada vez más fiable, para hacer frente a nuevos brotes, especialmente en aquellos puntos del país donde más se están relajando las medidas de seguridad, como el uso de mascarilla o el teletrabajo.
Estados Unidos reconoció sin embargo que no cuenta con los fondos económicos suficientes para garantizar una dosis de refuerzo al conjunto de la población.
La FDA también autorizó una segunda dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer para ciertas personas inmunodeprimidas mayores de doce años, y la vacuna de Moderna para una población similar mayor de 18 años.
Estados Unidos confirmó casi 80 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, una cifra que aumentó notoriamente a comienzos de año, cuando se llegaron a registrar jornadas con más de un millón de casos a causa de la variante Ómicron. En este país hubo más de 977.000 decesos por coronavirus.
