El páncreas es una glándula alargada y plana que se encaja detrás del estómago en la parte superior del abdomen.
El páncreas produce enzimas que ayudan a la digestión y hormonas que ayudan a regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar (glucosa).
La pancreatitis puede presentarse como pancreatitis aguda; es decir, aparece repentinamente y dura algunos días. O bien, puede presentarse como pancreatitis crónica; es decir, aparece a lo largo de muchos años.
Los casos leves de pancreatitis pueden desaparecer sin tratamiento, pero los casos graves pueden provocar complicaciones potencialmente fatales.
Causas
La pancreatitis aparece cuando las enzimas digestivas se activan cuando todavía se encuentran en el páncreas, lo que irrita las células del páncreas y causa inflamación.
Tras repetidos episodios de pancreatitis aguda, puede dañarse el páncreas y producirse una pancreatitis crónica. Se puede formar tejido cicatricial en el páncreas y provocar una pérdida funcional. Una actividad pancreática deficiente puede causar problemas digestivos y diabetes.
Las condiciones que pueden desencadenar una pancreatitis comprenden:
Cirugía abdominal – Alcoholismo – Ciertos medicamentos – Fibrosis quística – Cálculos biliares – Niveles altos de calcio en la sangre (hipercalcemia), que pueden ser causados por glándulas paratiroides hiperactivas (hiperparatiroidismo) – Niveles altos de triglicéridos en la sangre (hipertrigliceridemia) – Infección – Lesión en el abdomen – Obesidad – Cáncer de páncreas – La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, un procedimiento utilizado para tratar cálculos biliares, también puede provocar pancreatitis.
A veces, no se detecta la causa de la pancreatitis.
Factores de riesgo
Los factores que incrementan tu riesgo de pancreatitis incluyen los siguientes:
Consumo excesivo de alcohol – Tabaquismo – Obesidad – Antecedentes familiares de pancreatitis
Complicaciones
La pancreatitis puede provocar complicaciones graves como las siguientes:
Seudoquistes – Infección – Insuficiencia renal – Problemas respiratorios – Diabetes – Desnutrición – Cáncer de páncreas
Diagnósticos
Tratamientos
Los tratamientos iniciales en el hospital pueden comprender lo siguiente:
Ayuno – Una vez que la inflamación del páncreas esté controlada, podrás comenzar a beber líquidos claros y comer alimentos suaves – Analgésicos – Líquidos intravenosos
Una vez que la pancreatitis esté bajo control, tu equipo de atención médica puede tratar la causa de fondo de esta enfermedad. Dependiendo de la causa de la pancreatitis, el tratamiento puede consistir en lo siguiente:
Procedimientos para eliminar las obstrucciones del conducto colédoco – Cirugía de vesícula – Cirugía de páncreas – Tratamiento del alcoholismo
Tratamientos adicionales para la pancreatitis crónica
Según tu situación, la pancreatitis crónica puede requerir tratamientos adicionales, incluidos los siguientes:
Tratamiento para el dolor – El dolor intenso puede aliviarse con opciones como una ecografía endoscópica o una cirugía para bloquear los nervios que envían señales de dolor desde el páncreas al cerebro – Enzimas para mejorar la digestión – Cambios en tu dieta – Colecistectomía (cirugía de extracción de la vesícula)
Modo de vida
Medicina alternativa
Las terapias alternativas no pueden tratar la pancreatitis, pero algunas terapias alternativas pueden ayudar a sobrellevar el dolor asociado con la pancreatitis.
Las personas que presentan pancreatitis crónica pueden experimentar un dolor constante que no es fácil de controlar con medicamentos. Utilizar terapias de medicina complementaria y alternativa junto con los medicamentos recetados por el médico puede ayudarte a que sientas que tienes un mayor control del dolor.
Algunos ejemplos de las terapias alternativas que pueden ayudarte a hacer frente al dolor son los siguientes:
Meditación – Ejercicios de relajación – Yoga – Acupuntura
Consultar con un médico
Comienza haciendo una consulta con tu médico de cabecera o con un médico general si tienes algún signo o síntoma que te preocupa, si el dolor abdominal que sientes es tan intenso que no puedes quedarte sentado o encontrar una posición cómoda. Si tu médico sospecha que tienes pancreatitis, es posible que te derive a un especialista del aparato digestivo (gastroenterólogo).