La sarcoidosis es una enfermedad caracterizada por el crecimiento de pequeñas acumulaciones de células inflamatorias (granulomas) en cualquier parte del cuerpo.
Más comúnmente en los pulmones y en los ganglios linfáticos, pero también puede afectar los ojos, la piel, el corazón y otros órganos.
Se desconoce la causa de la sarcoidosis, pero los expertos creen que se genera por la respuesta del sistema inmunitario del cuerpo a una sustancia desconocida. Algunas investigaciones sugieren que los agentes infecciosos, los productos químicos, el polvo y una posible reacción anormal a las propias proteínas del cuerpo (autoproteínas) podrían ser responsables de la formación de granulomas en personas genéticamente predispuestas.
No existe cura para la sarcoidosis, pero a la mayoría de las personas les va muy bien sin tratamiento o solo con un tratamiento simple. En algunos casos, la sarcoidosis desaparece por sí sola. Sin embargo, la sarcoidosis puede durar años y puede provocar daño en los órganos.
Síntomas
Causas
Los médicos no conocen la causa exacta de la sarcoidosis. Algunas personas parecen tener una predisposición genética a desarrollar la enfermedad, que puede ser desencadenada por una bacteria, un virus o por sustancias químicas.
Esto provoca una reacción desmesurada del sistema inmunitario, y las células inmunitarias comienzan a reunirse en un patrón de inflamación denominado «granuloma». A medida que los granulomas se acumulan en un órgano, la función del órgano puede verse afectada.
Factores de riesgo
Aunque todos pueden desarrollar sarcoidosis, los factores que pueden incrementar el riesgo comprenden:
Edad y sexo – Raza – Antecedentes familiares
Complicaciones
A veces, la sarcoidosis provoca problemas a largo plazo.
Los Pulmones – Los Ojos – Los riñones – El Corazón – El Sistema nervioso
Diagnóstico
Tratamiento
No hay cura para la sarcoidosis, pero en la mayoría de los casos desaparece por sí sola. Es posible que ni siquiera necesites tratamiento si no tienes síntomas o si solo tienes síntomas leves de la afección. La gravedad y el alcance de tu afección determinarán si se requiere tratamiento y qué tipo de tratamiento es necesario.
Medicamentos
Si los síntomas son graves o si la función del órgano se ve amenazada, probablemente seas tratado con medicamentos. Estos pueden incluir lo siguiente:
Corticoesteroides – Medicamentos que inhiben el sistema inmunitario – Hidroxicloroquina – Inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa – Se pueden utilizar otros medicamentos para tratar síntomas o complicaciones específicos.
Otros tratamientos
Dependiendo de tus síntomas o complicaciones, se pueden recomendar otros tratamientos. Por ejemplo, puedes recibir fisioterapia para reducir la fatiga y mejorar la fuerza muscular, rehabilitación pulmonar para disminuir los síntomas respiratorios, o un marcapasos o desfibrilador cardíaco implantado para las arritmias cardíacas.
Controles continuos
La frecuencia con la que consultes a tu médico puede variar según los síntomas y el tratamiento. Visitar al médico regularmente es importante, aunque no necesites tratamiento.
Cirugía
Se puede considerar el trasplante de órgano si la sarcoidosis daña gravemente los pulmones, el corazón o el hígado.
Estilo de vida
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Aunque la sarcoidosis puede desaparecer por sí sola, la vida de algunas personas se ve alterada para siempre por esta enfermedad. Si tienes problemas para enfrentarla, considera hablar con un consejero. También puede ser útil participar en un grupo de apoyo de sarcoidosis.
Consultar con un médico
Como la sarcoidosis a menudo afecta los pulmones, es posible que se te derive a un especialista en pulmones (neumólogo) para que controle tu atención médica. Ir acompañado de un familiar o amigo puede ayudarte a recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.