Marcela Acuña, detenida junto a su esposo por el crimen de Cecilia Strzyzowski, escribió una nueva carta, la novena. Se la dedica a su marido, Emerenciano Sena, a quien trata de despegar del caso.
En las últimas horas se conoció una nueva carta de Marcela Acuña. En esta oportunidad se la dedicó a Emerenciano Sena, detenido por la desaparición y el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski. En una parte de su manuscrito, Acuña reveló que “tengo miedo que atente contra su vida”, sobre la situación de su hijo, César Sena.
El manuscrito fue dado a conocer por Norte de Chaco y en la misma, la excandidata a intendenta reivindicó su amor al líder piquetero, le da consejos sobre su salud, y le pide disculpas por no haberle contado que encubrió el femicidio, que para el Equipo Fiscal Especial, ella y Sena planificaron junto a César el ataque, y los acusan de homicidio agravado al matrimonio y al joven. Acuña le sugiere a Emerenciano un té para dormir mejor y que practique redacción de textos así mejora la ortografía.
“Te quiero mucho Emerenciano, te pido que tengas la valentía de siempre, la que enseñaste y que hoy me mantiene firme en mis convicciones y en el amor. Sabés, me siento muy triste, pienso en César en todo lo que estará pasando y sufro mucho, pero dejo en manos de Dios y la Virgen que me lo cuiden hasta que pueda salir de aquí. Si salís antes no lo abandones, está muy solo y tengo miedo que atente contra su vida. Solo quiero decirte que todos los días tómalo como una victoria contra la muerte, sonreí, reza, soñá, movete, y aliméntate, tu pastilla tomala con la comida, con la cena, no antes ni después. Mandé a Caro a busca té valeriana, es bueno para tranquilizarte, digestivo y relajante, no abuses, toma antes de dormir, después de la cena o almuerzo”.
En parte del texto, la esposa del excandidato a diputado por Partido Unidos Socialistas le confesó: ” Hoy me levanté muy mareada, se me mueve todo, no quiero decir nada porque me llevan a hospital y me pasean como una delincuente. Nunca me sentí así, debe ser que estoy leyendo mucho. Sos mi horizonte, te quiero en libertad aunque yo no salga, vos sos mi líder, nunca te lo dije pero bueno, siempre fue así, siento que te fallé por cubrir a César y no puedo vivir con eso, si no salís no sé que va a pasar conmigo. Mi fuerza sos vos y ayudas a mi hijo”.
Más adelante, Acuña hace un racconto de sus días en prisión. “Aquí estoy más o menos, el fiscal me hostiga y usa a los policías, me hace lo de César, me saca horas y días de visita, no puedo salir al patio, uso restringido el celular, no me permiten tener silletas, me sacaron cordones de mis buzos. Llamo diez veces para ir al baño, no me dejan entrar el MP3 con auriculares que tiene música, es apropósito para que escuche gritos toda la noche. Me baño con agua fría, todo es parte del hostigamiento“, se quejó la madre de Cesar Sena. “Pero me la banco, escribo, hago actas que hago firmar a los oficiales y voy juntando, algún día las haré públicas”.
“Solo puedo verlas a Caro y Patri y a veces a Paula, nadie va a verlo a César, le pedí a mi abogada y a Osuna, es mi hijo, vos sabes lo que significa César para mí, sabes de los afectos, tenés la bendición de tus otros hijos que te visitan y te quieren mucho y eso es valorable te da fuerza y vos vas a salir adelante. Yo no tengo a nadie y mi hijo está preso, el único que tengo y amo, sabes cómo duele, hasta he llegado a pensar que si le pasa algo yo me voy con él , ya no me quedará nada, como cuando lo perdí a Eneas”.
Al final de la carta, Acuña vuelve a dirigirse a Emerenciano. “Valora tus afectos, Dios te está dando esa oportunidad, la mereces porque sos una gran persona y esto no es final, es el nuevo comienzo , no bajes los brazos , no te rindas. No duermas la siesta así dormis de noche. Escribí, copia así mejoras tu ortografía. Ojalá pronto llegue tu libertad la mereces, yo no, yo lo cubrí a César, lo protegí, te oculté para no involucrarte y salió todo mal y mucha gente inocente está presa, empezando por vos. Esa carga también me mata por encubrir a mi hijo. Quizás Dios me escuche, y me bendiga o bien me haga ver la realidad, dejo en manos de él, hoy la prioridad es tu libertad. Te amo mucho, mucho”.