La atención médica se complicará entre mañana y el viernes, ya que a las medidas de fuerza de cuatro horas por turno anunciadas por el Sindicato de Sanidad, se sumó hoy una protesta lanzada por parte de clínicas, sanatorios y hospitales privados.

La Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), que engloba a unos 600 instituciones entre clínicas y sanatorios, advirtió que sólo atenderá urgencias durante ambos días, en reclamo de un alza de los aranceles que perciben de financiadores (obras sociales, prepagas y el PAMI).

Los representantes de la FAPS insistieron en remarcar la “gran preocupación” del sector, ante “la falta de financiamiento necesario para poder afrontar los nuevos aumentos salariales en el marco de las paritarias 2021”.

Reclamaron “al Gobierno y a todos los financiadores del sistema (obras sociales, PAMI y empresas de medicina prepaga) la urgente actualización de los aranceles prestacionales”. Ante ese escenario, convocaron a las instituciones de salud a postergar las asistencias médicas programadas no urgentes de los próximos jueves y viernes.

José Sánchez, presidente de la FAPS, afirmó que el “principal compromiso como prestadores de salud es con la vida, con nuestros equipos de salud y con las instituciones”.

Dijo que “siete de cada diez argentinos es atendido por el sistema de salud privada, que ha estado a la altura de las circunstancias en la atención durante la pandemia”. “Es una obligación repensar el sistema para la actualización automática de los ingresos prestacionales. Si la situación sigue deteriorándose, ya no podremos repensar el sistema de salud, sino que deberemos reconstruirlo”, sostuvo Sánchez.