En el estudio del Conicet se analizaron las respuestas de más de 3.000 personas acerca de los factores que llevan a apoyar las ideas más antidemocráticas y su difusión, a partir del caso de Fernando Sabag Montiel. El 26% de los encuestados las aprueban.

Un estudio realizado por un investigador del Conicet determinó que un 26% de las personas encuestadas apoya los discursos de odio, contra un 17% que se muestran indiferentes y un 57% que dice desaprobarlos.

Además, en el estudio sobre las nuevas formas de autoritarismo social y llevado a cabo por el investigador del Conicet, Ezequiel Ipar, se indica que los índices más altos se registraron en el centro del país (31%), mientras que los más bajos en la Patagonia (20%).

“Uno de los aspectos que más nos interesa indagar es el debilitamiento que ciertos valores y consensos democráticos experimentan en algunos grupos de la sociedad civil”, plantea el doctor en Sociología y Filosofía.

A partir de encuestas telefónicas un total de 3.140 personas, el trabajo pudo elaborar un “índice de discursos de odio” (DDO) a partir de las reacciones ante enunciados racistas, xenófobos y sobre minorías sexuales.

En relación al corte por edades, los millennials (entre 25 y 40 años) tienen una mayor propensión a abrazar los discursos de odio (31%) que centennials (entre 15 y 24, con el 26%) y baby boomers (56 a 74, 19%).

Los investigadores arriesgan una explicación: ese grupo está más expuesto a redes como Facebook y Twitter, un espacio de intercambio muchas veces encarnizado, con argumentaciones extremas que suelen reproducirse en lógicas de burbuja.

El estudio del Conicet también reveló que cuanto mayor es el nivel educativo de la persona encuestada, menos propensa es a apoyar los DDO. Esto con una salvedad relevante: la tendencia es mayor entre quienes se graduaron del secundario pero no siguieron estudiando que entre quienes, por ejemplo, sólo terminaron el primario.

“Estos resultados, que son parecidos a los de estudios internacionales, pueden reflejar cierto malestar entre los segmentos con peores oportunidades”, razona Ipar.

Como era de esperar, aquellos que estuvieron de acuerdo con un enunciado antisemita promovieron los DDO en niveles elevados (34%), mientras que los que se manifestaron en desacuerdo sólo lo hicieron en un 20%.

En el caso de Fernando Sabag Montiel, detenido por atentar contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, es un millennnial que vive en el centro del país, con educación incompleta, un historial de frustraciones personales y profesionales, mensajes xenófobos en las redes y un tatuaje nazi en la mano izquierda.