Fanáticos y críticos están ansiosos por ver cómo Musk manejará una de las principales plataformas de redes sociales del mundo.
Elon Musk comenzó este viernes su primer día completo siendo el propietario de Twitter, con críticos y fanáticos ansiosos por ver cómo el hombre más rico del planeta manejará una de las principales plataformas de redes sociales del mundo. “El pájaro es liberado”, tuiteó Musk el viernes por la madrugada en un guiño al icónico logotipo de Twitter, al concluir la compra de la compañía por 44.000 millones de dólares después de meses de incertidumbre y especulación.
Las acciones de Twitter fueron suspendidas el viernes por la Bolsa de Valores de Nueva York, la NYSE, que indicó que la operación de compra de la plataforma estaba “confirmada”, después de más de siete meses de idas y venidas. El valor del título de la empresa del pájaro azul quedó bloqueado en 53,70 dólares, no muy lejos del precio propuesto por su nuevo propietario, de 54,20 dólares. La noticia, fue aclamada por Donald Trump, quien declaró que Twitter “ahora está en buenas manos”.
“Estoy muy feliz de que Twitter ahora esté en buenas manos y ya no será dirigido por lunáticos y maníacos de la izquierda radical que realmente odian a nuestro país”, dijo el exmandatario en su plataforma Truth Social. Trump no aclaró si prevé volver a la red, de la que fue bloqueado tras el asalto por parte de sus simpatizantes al Capitolio el 6 de enero de 2021. En mayo, Musk, abrió la puerta a un regreso de Trump a Twitter.
Trump se comunicaba con sus 88 millones de seguidores. Lo hacía a través de su cuenta @realDonaldTrump, generando numerosas polémicas y debates. La regulación fue tal que llegó al extremo de cerrar la cuenta de Donald Trump cuando todavía era presidente de los Estados Unidos en base a su uso de la red para poner en duda los resultados de las elecciones que lo sacaron de la Casa Blanca.
Musk además de ser el nuevo propietario de Twitter es también fundador de Tesla y SpaceX. Sin embargo, la idea de que Musk controle Twitter ha alarmado a activistas, que temen un aumento del acoso y la desinformación. El propio fundador de Tesla es conocido por trolear a otros usuarios de Twitter. Los políticos europeos se apresuraron a advertirle al magnate estadounidense de origen sudafricano que el continente tenía regulaciones para las empresas de redes sociales.
“En Europa, el pájaro volará según nuestras reglas”, escribió Thierry Breton, el comisario de Mercado Interno de la Unión Europea, en respuesta al tuit del nuevo propietario. Musk, quien se ha presentado como un adalid de la libertad de expresión, dijo el jueves que es “importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones pueda debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia”.
Pero advirtió que Twitter no puede convertirse en una plataforma “infernal” donde todos puedan decir cualquier cosa sin consecuencias. Entre las primeras medidas de Musk en el poder estuvo el despido del director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, así como el del director financiero, Ned Segal, y de la encargada de asuntos jurídicos, Vijaya Gadde, según informaron The Washington Post y la cadena CNBC.
Pero la empresa no respondió a la solicitud de comentarios de AFP y Agrawal todavía figuraba como director ejecutivo en su perfil de Twitter. Sin embargo, antes de cerrar el acuerdo, Musk entró en la sede de Twitter el miércoles con una gran sonrisa y cambió la descripción de su perfil de Twitter a “Chief Twit”.
Musk tenía hasta este viernes para concluir la compra, de lo contrario se habría celebrado un juicio en noviembre. Musk, que echó mano a su propio dinero, a fondos de inversionistas y a préstamos bancarios para hacerse con Twitter, admitió que está pagando de más por una empresa que regularmente registra pérdidas asombrosas. Twitter dice tener 238 millones de usuarios activos, muy poco comparado con los 2000 millones de Facebook, pero no ha podido monetizar el contenido de la misma manera que sus rivales.
Sin embargo, Twitter tiene una gran influencia en el debate público porque es la plataforma favorita de muchas empresas, políticos, periodistas y otras figuras públicas. No está claro cuál podría ser su papel en Twitter, aunque informes no confirmados sugirieron que podría convertirse en director ejecutivo interino.
El cierre de la compra de Twitter termina con un largo tira y afloja entre el multimillonario y la red social.
Musk intentó varias veces dar marcha atrás en el negocio después de que se aceptara su oferta no solicitada en abril, acusando a Twitter de engañarlo sobre la cantidad de cuentas bot, esto es, cuentas alimentadas por inteligencia artificial y no por usuarios reales. Twitter desestimó sus afirmaciones y lo acusó de inventar excusas, y finalmente presentó una demanda para obligarlo a cumplir el acuerdo. Con un juicio a la vista, el multimillonario reactivó su plan de adquisición y lo concretó.
Algunos empleados que preferirían no trabajar para Musk ya se fueron de la empresa, dijo un trabajador que pidió permanecer en el anonimato. “Pero una parte de la gente, incluyéndome a mí, está dispuesta a darle el beneficio de la duda por ahora”, aseguró. Agencias AFP y Reuters