Los golpes en la cabeza fueron letales. El médico que lo atendió no pudo precisar cuál de todos.“Se le produjo una hemorragia intracerebral, lo cual lleva a un shock neurogénico que produce un paro cardio-respiratorio, y finalmente el deceso”, declaró el doctor Diego Duarte
El médico especialista en traumatología Diego Duarte (MP 94696) fue el encargado de realizar la autopsia y el primer profesional de la salud en ver a Fernando Báez Sosa luego de su traumática muerte en la madrugada del sábado 18 de enero, en la ciudad de Villa Gesell.
Concluida la misma, tuvo que declarar bajo juramento a decir verdad, sobre todos los detalles que derivaron en el deceso del joven que estaba próximo a cumplir 19 años. Por primera vez se conoce esta declaración, la cual está anexada al expediente judicial, que tramita ante la fiscalía de la doctora Verónica Zamboni, y por el cual hay 10 personas procesadas, ocho de ellas presas.
Como murió Fernando
La autopsia arroja algunos datos sorprendentes, y otros realmente, macabros, los cuales pueden dimensionar la brutalidad de la agresión que sufrió este joven.
¿Cómo murió Fernando? Se lee en la causa, de forma textual: “Preguntado para que diga si puede determinar cuál de las lesiones visualizadas ocasionaron la muerte de la víctima Fernando Báez Sosa, (el médico) depone: Fueron los golpes en la cabeza, sin duda”.
¿Cuál de todos? “Aclaro -continúa el doctor Duarte- que no pude determinar cual de todos los golpes y lesiones que describí en dicha zona (cabeza y cuello) fue el que le ocasionó el deceso, ya que presentaba hemorragia masiva en todos los sectores del cerebro, cerebelo y tronco encefálico. Todo el cuadro que presentaba culminaron con el fallecimiento”.
¿Cuáles son todas las lesiones que vio el médico? El doctor Duarte relata en el expediente judicial lo siguiente: “A simple vista pude observar que tenía hematomas y excoriación en la cara lateral izquierda del cuello y mandíbula; impronta de una marca de zapatilla en igual zona; y del lado derecho, en la región de la mandíbula, traumatismo contuso”.
Y continúa el profesional: “En el resto del cuerpo observé marcas compatibles con el uso de un cardio-desfibrilador para reanimarlo, pero no vi golpes; todos los golpes se veían a simple vista en la zona de la cabeza y el cuello”.
Los datos nuevos
El relato del profesional que realizó la autopsia en la morgue del Hospital de Pinamar, porque el de Villa Gesell no está acondicionado para dicha práctica, suma datos desconocidos hasta ahora. Los profesionales del SAME que llegaron a la puerta de Le Brique para asistirlo, intentaron reanimarlo con un cardio-desfibrilador. Y también que prácticamente no presentaba golpes, al menos con lesiones evidentes, en otra zona que no sea cuello-cabeza.
A simple vista, se observa con nitidez que Fernando murió plena vereda, luego de la salvaje golpiza. Que la reanimación fue infructuosa, y tal como declararon todos los testigos, lo subieron sin vida a la ambulancia.
Hay otro dato que no pasa inadvertido para la defensa que encara el doctor Hugo Tomei. El médico no pudo determinar cuál de todas las patadas lo mató. Pero sí precisó que fueron varias. Y hasta narró que se veía con nitidez la marca de la zapatilla en el rostro de Fernando. Hasta ahora, se cree que la misma se corresponde con la de Máximo Thomsen, a la espera del último resultado de la scopometría. El relato de Duarte arroja algo evidente: el ataque fue feroz, salvaje, y alevoso. Aunque este último punto, desde el punto de vista técnico del Derecho Penal, seguramente se discutirá en el juicio oral.
En cuanto a la autopsia en sí, Duarte describe con precisión: “Cuando comenzamos con la operación, lo primero que hicimos, según el protocolo, fue realizar la apertura del cráneo, realizando una apertura del tejido del cuero cabelludo, llamado bimastoidea (…) ahí pude ver una hematoma e infiltrado hemático en la región temporal retroauricular izquierda; tenía un tamaño de 6 a 8 centímetros de diámetro; se trataba de una lesión contusa, era un traumatismo. Luego realizamos la apertura del cráneo, de la parte ósea, donde se observa abundante contenido hemático distribuido por todo el cerebro y coágulos en el cerebelo y tronco encefálico”.
Dice también el médico que “a nivel externo en la zona de la cabeza, tenía secreción espumosa y hemática por fosas nasales y cavidad bucal”.
El doctor Duarte concluye, según consta en el expediente, que “por lo múltiples traumatismos recibidos por Fernando, se le produjo una hemorragia intracerebral, lo cual lleva a un shock neurogénico y que produce un paro cardiorespiratorio, y finalmente el deceso”.
Si bien ya queda bastante claro en los videos, la autopsia confirma que a Fernando Báez Sosa le dieron múltiples golpes, los cuales no pueden haber sido proporcionados por una sola persona. Actualmente, están imputados como co-autores materiales del asesinado Thomsen y Ciro Pertossi, y los restantes ocho como partícipes necesarios de un homicidio agravado por la premeditación (plan para matearlo) y la alevosía (la muerte sobre seguro, a traición).