Familiares de Silvio Cufré, el primer trabajador de la salud que murió en el país de coronavirus, colocaron una placa en su honor en la salita “Néstor Kirchner” del barrio Santa Ana de la localidad bonaerense de Alejandro Korn, donde trabajó como enfermero durante 10 años.
El lunes, al cumplirse dos años de su muerte, sus allegados instalaron la placa en un emotivo acto donde sus compañeros de trabajo y sus hijos lo recordaron con mucho afecto.
“Se lo extraña mucho a Silvio, parece increíble que hayan pasado dos años, todavía me extraña no cruzármelo por el camino cuando volvíamos de trabajar. Él tenía un don, una mano para aplicar vacunas, por eso era muy solicitado para vacunar a los niños“, recordó su cuñada Silvia en declaraciones a Télam.
La noche del 9 de abril de 2020, el enfermero tenía 40 grados de fiebre y tos y, como nunca le enviaron la ambulancia que pidió, decidió dirigirse en un remise al Instituto Médico Brandsen (IMB) donde trabajaba y donde había atendido a pacientes contagiados con Covid sin que él lo supiera.
El hombre fue el enfermero que en esa clínica privada cuidó a Oscar, de 91 años, y Walter Oscar Montillo de 61, que eran abuelo y padre, respectivamente, del jugador Walter Montillo. Ambos perdieron la vida y las autoridades del IMB sólo informaron que se había tratado de fallecimientos por paros cardiorrespiratorios y no por coronavirus, un caso que ahora investiga la justicia.
El 11 de abril de 2020, los estudios confirmaron que Silvio se había infectado y terminó falleciendo el 18 de ese mes, convirtiéndose en el primer trabajador de la salud víctima de la pandemia en la Argentina.
Debido a la mala atención en el centro de salud, su familia iniciará acciones por mala praxis contra el IMB.
Por otra parte, con el dinero abonado por la ART la familia pudo construir una casa de material, ya que Silvio, su mujer y sus hijos vivían en una precaria casilla de madera, desde donde partía de madrugada para concurrir a su trabajo, según recordaron los suyos durante el homenaje.
