Lo publicó la Cámara Argentina de Internet (Cabase) en un informe que da cuenta la gran disparidad que existe en el país.

Desde el inicio de la pandemia, el crecimiento del uso de internet en los hogares creció de manera exponencial, ya sea por homeoffice o las clases virtuales, contar con acceso a la red se volvió fundamental para poder desarrollar las actividades cotidianas.

En el informe elaborado y publicado por la Cámara Argentina de Internet (Cabase) se concluyó que: “la Ciudad de Buenos Aires es la localidad con mayor penetración de accesos fijos a internet, con 108 accesos por cada 100 hogares, mientras que la provincia de Formosa apenas alcanza los 32 accesos, dejando en evidencia una gran disparidad regional en materia de penetración en el país”.

En Argentina, el 32% de los hogares no cuenta con conectividad fija a internet
El informe ilustra la disparidad existente en el acceso a internet.

En base a este reporte, Ariel Graizer, Presidente de la Cámara Argentina de Internet, detalló: “Desde el estallido de la pandemia, Internet ha demostrado ser una herramienta esencial para la producción, el trabajo y la educación de la población y como tal, necesita de leyes y regulaciones que contribuyan y promuevan su desarrollo, incentivando la inversión privada y poniendo en primer plano a las 1.200 PyMEs y cooperativas que son quienes tienen el desafío de llevar conexión a los lugares más alejados del país para conectar al 32% de los hogares que aún no cuentan con un servicio de banda ancha fija”.

A partir de octubre del 2020 se observó un crecimiento en los accesos fijos de internet, representando un aumento del 8,9%, que representa una penetración en del 68% por cada 100 hogares: “hay aún nueve provincias con una penetración por debajo del 50% y en el extremo más bajo cuatro de ellas con indicadores de penetración cada 100 hogares por debajo del 40%”.

En cuanto a la inversión en materia tecnológica, Graizer, sostuvo que: “En esta industria, las inversiones y tendido de redes se hacen previendo el crecimiento de varios años dado que, en condiciones normales, esas inversiones se recuperan a futuro. Es por esto que la infraestructura del país pudo soportar el crecimiento explosivo y no previsto generado por la pandemia. Pero, desgraciadamente, con ese pico nos comimos el margen de crecimiento de varios años con los que se planificó esa infraestructura”.