La OMS estableció el máximo nivel de alerta a fin de contener la enfermedad. De todas maneras, sostiene que el riesgo en el mundo es moderado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) activó este sábado su máximo nivel de alerta sanitaria para tratar de contener el brote de viruela del mono, que afectó a casi 17.000 personas en 74 países, según anunció su director general, quien además afirmó que el riesgo en el mundo es relativamente moderado, salvo en Europa, donde es alto.

“He decidido declarar una emergencia de salud pública de alcance internacional“, la llamada USPPI, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus en una rueda de prensa en Ginebra.

Viruela del Mono: la OMS activó el máximo nivel de alerta sanitaria de la enfermedad

Tedros explicó que por ahora el brote de viruela símica “se concentra en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y en particular en los que tienen múltiples parejas, lo que significa que se puede detener con estrategias adecuadas en los grupos adecuados”.

Es esencial que todos los países trabajen estrechamente con las comunidades de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres” para proporcionar asistencia e información, insistió el jefe de la OMS, que al mismo tiempo advirtió que “el estigma y la discriminación pueden ser tan peligrosos como cualquier virus”, según reportó la agencia de noticias AFP.

El comité de expertos reunidos en Ginebra no había podido llegar a un consenso y seguía dividido -con nueve miembros en contra de activar la USPPI y seis a favor-, pero como director general de la OMS la decisión final quedó en manos de Tedros.

La llamada USPPI se utiliza en situaciones que son “graves, repentinas, inusuales o inesperadas” y es la séptima vez que la OMS activa este nivel de alerta, de acuerdo a lo que se infirmó.

Desde principios de mayo, cuando se detectó por primera vez fuera de los países africanos, donde la enfermedad es endémica, afectó a más de 16.836 personas en 74 países, según los datos del centros de control y prevención de enfermedades (CDC) de Estados Unidos al 22 de julio.

En Argentina, mientras tanto, y de acuerdo a lo que informó el Ministerio de Salud de la Nación, hasta el momento se confirmaron 13 casos de viruela del mono hasta el 14 de julio, de los cuales 12 presentaron antecedentes de viaje previo al inicio de los síntomas. En este sentido, la cartera sanitaria informó que el promedio de edad de los contagiados es de 34 años.

En la mayoría de los casos, y de acuerdo a la OMS, los pacientes son hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, relativamente jóvenes y que viven principalmente en las ciudades.

Detectada por primera vez en humanos en 1970, la viruela símica es menos peligrosa y contagiosa que la viruela, erradicada en 1980, y se manifiesta primero con fiebre alta, para luego progresar rápidamente a una erupción cutánea, con formación de costras.

Un estudio publicado el jueves en el New England Journal of Medicine reportó que en el 95% de los casos recientes, la enfermedad se transmitió por contacto sexual y que el 98% de los afectados eran hombres gays o bisexuales.

La mayoría de las veces es benigna y, se suele curar de manera espontánea después de dos o tres semanas.

“La declaración de la OMS de máxima alerta por la viruela del mono le da una mayor difusión a nivel mundial y mayor conocimiento de los propios servicios de salud de cada país para que puedan generar respuestas adecuadas, preventivas y de contingencia ante aparición de casos”, dijo hoy a Télam el médico infectólogo Tomás Orduna.

Asimismo, sostuvo que la decisión facilita la interconexión de los datos relevados de la enfermedad entre todos los países, lo que permite “dar una respuesta adecuada y generar conciencia en la población, sobre todo en los de mayor riesgo, quienes pertenecen a la comunidad gay y bisexuales”.

“Como sucedió con el VIH, más del 99% de los casos de la viruela símica son varones y se pudo saber que tuvieron previamente prácticas sexuales con otros varones y se le agrega el componente de haber tenido múltiples relaciones sexuales en poco tiempo”, detalló el médico, quien remarcó la necesidad de trabajar con las comunidades LGBT+, pero también tener en cuenta “que esta enfermedad se puede y se está generando en otras personas que no son gays y homosexuales”.