El papa Francisco también canceló todas las audiencias previstas para el viernes. Lo aqueja un dolor en su rodilla derecha
Por “razones de salud”, el papa Francisco suspendió todas las audiencias previstas para mañana viernes, incluida la reunión con el canciller Santiago Cafiero, informó la oficina de Prensa del Vaticano.
Fundamentalmente, el pontífice continúa aquejado de los dolores en su rodilla derecha, por los que ya se ha sometido a controles médicos con el fin de ver los pasos a seguir para su recuperación.
El domingo, durante la bendición Urbi et Orbi que encabezó en Plaza San Pedro ante más de 100.000 fieles, no pudo leer todo su discurso de pie y debió sentarse en medio del mensaje pascual. El día anterior, en tanto, el dolor en la rodilla le impidió celebrar la ceremonia de la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro, por lo que se limitó a leer la homilía, bautizar a un grupo de personas y siguió la misa sentado en un sillón.
A causa del dolor, el papa, de 85 años, debió ausentarse de la procesión del último Domingo de Ramos, el 10 de abril, mientras que una semana antes, al regresar de un viaje de dos días a Malta, planteó en conferencia de prensa que su salud “es un poco caprichosa”. Francisco arrastra los padecimientos en la rodilla derecha desde inicios de año y ya debió cancelar varias actividades.
“Tengo este problema en la rodilla que provoca problemas de deambulación, en el caminar, es un poco molesto, pero va mejorando, al menos puedo andar. Hace dos semanas no podía hacer nada. Es algo lento; veamos si vuelve a estar como antes, pero está la duda. A esta edad no se sabe cómo terminará el partido, esperemos que vaya bien”, había aseverado entonces.
El 26 de enero, explicó por primera vez que tiene inflamado un ligamento en la rodilla que le obliga a reducir sus movimientos, aunque calificó a la dolencia como “algo pasajero”.
La inflamación de rodilla le impidió al Papa hacer el tradicional saludo a los fieles presentes en el Aula Pablo VI del. Agitanó y se limitó a darles la mano a los religiosos presentes en torno al escenario.
A mediados de enero, ya había tenido que leer un discurso sentado ante un grupo católico por molestias en la pierna. “Perdónenme si permanezco sentado, pero tengo un dolor en la pierna. Hoy me duele si me quedo de pie, así es mejor para mi”, planteó el pontífice al recibir en el Vaticano a un grupo de la revista “Tierra Santa”.
El año pasado, el Papa fue intervenido en el colon, en una operación por la que estuvo diez días internado en el hospital Gemelli de Roma, en el período más largo que pasó fuera de su casa de residencia Santa Marta desde que fue elegido pontífice en marzo de 2013.