Los allegados a Paula solicitaron que se analice la escena del hallazgo del cuerpo y denunciaron que recibieron muchas amenazas previas
Paula Martínez, la mujer de 23 años que en 2016 denunció que fue drogada y violada en grupo por seis hombres en el partido bonaerense de Florencio Varela, fue encontrada ahorcada el domingo en su casa a meses de que comience el juicio contra los acusados de ese hecho, y si bien para la justicia se trató de un suicidio, la familia descree de esa versión y pidió que se investigue la escena del hallazgo del cuerpo.
El entorno más cercano a Paula, cuyo cuerpo fue hallado por uno de sus tíos y los investigadores sospechan que se quitó la vida porque ya había querido hacerlo en otras oportunidades, puso en tela de juicio la principal hipótesis y solicitaron ante eso que se analicen a fondo todos los detalles de la escena del crimen.
Uno de los puntos que señalaron los familiares es que en estos cinco años transcurridos desde la denuncia por violación recibieron numerosas denuncias de muerte por parte del entorno cercano a los seis acusados. Ante eso, radicaron, según dijeron, no menos de 30 denuncias, y de hecho en marzo del año pasado Paula fue amenazada por los familiares de los acusados mientras daba una nota televisiva.
En diálogo con Infobae, el abogado de la familia, Daniel Giaquinta, dijo que “los familiares, con justa razón, y con documentación, creen que hay motivos suficientes como para creer que esto no fue un suicidio y por eso piden que se investiguen todos los detalles sobre la escena donde fue encontrado el cuerpo de Paula”. El letrado agregó que “por ahora, se trata de una averiguación de causales de muerte pero hay una serie de elementos en la escena que deberán ser estudiados al detalle por los representantes del Ministerio Público Fiscal que actúe en la causa”.
A su vez, remarcó que “durante todos estos años ella fue objeto de amenazas. Se sacaban medidas de contención, restricciones de acercamiento, pero la situación era muy estresante. Todo el grupo familiar vivía una situación de hostigamiento”.
La víctima vivía junto a su madre en un domicilio de la calle Guardia Nacional al 1500 y fue su tío Walter la que la encontró. El hombre, que reside en una casa trasera ubicada dentro del mismo terreno, les habría dicho a los primeros policías en llegar al lugar que su sobrina atravesaba una etapa de angustia por la proximidad del juicio sobre su caso, que iba a comenzar en marzo de 2022 y ahora no se sabe qué pasará.
Paula denunció en su momento que el 10 de diciembre de 2016 la invitaron a un cumpleaños de una vecina y fue tras una serie de insistencias. En la celebración “uno de los violadores me dio una bebida que yo creo que ahí estaba la droga. De ahí en adelante empecé a sentirme mal, mareada. Se me acercó otro de los violadores, que es el que me habló y me volvió loca toda la noche, y desde ahí recuerdo poco y nada”, recordó en un momento la mujer y agregó que la llevaron hasta una esquina, donde los implicados la subieron a una camioneta Traffic blanca. “Recuerdo que eran más de cinco personas porque vi sombras y siluetas, pero no sé quiénes son”, y dijo que si bien podía ubicar a cinco “en mis recuerdos sé que eran más”.
Con el tiempo se detuvo a tres hombres de 29, 30 y 40 años, mientras que otros dos fueron apresados en 2019, en tanto que la familia denuncia que hay un sexto acusado que se encuentra prófugo.