Ocurrió en la localidad de Villa Rosa, partido de Pilar. Al ser detenida, la mujer dijo: “Un pájaro me dijo que los mate a todos y que me mate”.

Un niño de 11 años fue asesinado a puñaladas y su hermana de 9 resultó herida tras ser atacados por su madre en un aparente brote psiquiátrico. Sucedió dentro de la casa que compartían en la localidad bonaerense de Villa Rosa, en el partido de Pilar, según informaron fuentes judiciales y policiales.

El hecho ocurrió esta mañana en una vivienda de la calle De la Cárcova al 2200, Villa Rosa, y la mujer fue detenida por policías que llegaron al lugar y la encontraron aún con el cuchillo que había utilizado para concretar el ataque en la mano. Voceros judiciales indicaron a la agencia Télam que el episodio fue descubierto cuando dos policías que recorrían la zona a bordo de un patrullero vieron a la niña de 9 años herida y ensangrentada pidiendo ayuda en la calle.

Los uniformados pidieron apoyo y entraron al predio, donde hay dos viviendas, una en el frente, donde vive el suegro de la imputada, un hombre de 75 años; y la del fondo donde encontraron a Verónica Beatriz Gaitán (30) con una cuchilla en su mano y múltiples manchas de sangre en su ropa, manos y rostro, junto a su hijo de 11 años asesinado.

Según las fuentes, la mujer estuvo un tiempo encerrada, hasta que al lugar también llegó su marido, un albañil que trabajaba en un country de la zona, que le abrió la puerta a los policías para que pudieran dialogar un rato con la imputada hasta que lograron desarmarla y reducirla.

En una declaración informal (es decir, que no tienen valor judicial) la mujer le dijo a los policías: “Un pájaro me dijo que los mate a todos y que me mate”. Otras fuentes policiales mencionaron que Gaitán justificó el asesinato de su hijo debido a que “iba a ser llevado a un templo Umbanda”. Estas dos frases ya figuran en el expediente, según informó Mauro Szeta en Telefé.

asesinato pilar
Personal de la policía de Pilar y peritos de Policía Científica realizando peritajes esta tarde.

Mientras el fiscal Quintana esperará el informe de la autopsia, los médicos que revisaron la escena del crimen vieron que el niño asesinado de 11 años, identificado como Thiago Emanuel López, presentaba heridas de arma blanca en el pecho, el cuello y la cabeza.

En el caso de la niña de 9 años, también tenía heridas de arma blanca en su pecho, piernas y brazos por las cuales tuvo que ser traslada por personal policial a la sala de Primeros Auxilios local y de allí será derivada al hospital Sanguinetti, de Pilar, donde quedará internada, aunque según informó Mauro Szeta, se encontraba fuera de peligro.

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La detenida habría usado este cuchillo para agredir a sus hijos.

La mujer detenida fue trasladada también al hospital Sanguinetti, donde fue revisada y entrevistada por peritos que determinaron que, en principio, presentaba “riesgo cierto e inminente para sí y terceros”. De todas formas, se aguardan distintos peritajes y es probable que, luego, sea derivada a un centro de salud mental, donde quedará alojada con custodia policial.

Fuentes judiciales indicaron que el fiscal Quintana todavía buscan esclarecer el móvil del hecho y del ataque de la mujer contra su hija, pero ya ordenó que los peritos evalúen su salud mental.

Gaitán quedó detenida e imputada por “homicidio y lesiones agravadas por el vínculo”, delitos que prevén prisión perpetua. Esta tarde, personal de la comisaría 6ta. de Pilar, peritos de Policía Científica y el fiscal de turno, Andrés Quintana, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de ese distrito, permanecían en el lugar realizando peritajes.

Las declaraciones de sus familiares y sus vecinos

Los investigadores consultaron a otros familiares sobre la salud mental de la detenida y todos coincidieron en que tenía problemas psiquiátricos pero que no se trataba ni tomaba medicación.

“Yo la conocía de vista, andaba por acá con los chicos. A veces los zamarreaba. La veía a veces con el marido, andaban en una moto. Ella siempre así, como que le faltaban los jugadores”, dijo una vecina que se identificó como Ana en el programa Cortá por Lozano.

Brenda, otra mujer que vive a unos metros del lugar del hecho, contó: “Mis hijos jugaban con el nene, en la puerta de la casa. Los conozco de vista, nunca hablé con ella. Era muy cerrada, me la cruzaba en el colegio o en el colectivo”. También contó que la familia vive “desde siempre” en el barrio, y que su vecina “nunca dio sospechas de nada”. Por último, aclaró que no sabía si practicaba algún tipo de religión, como trascendió.

Por su parte, Fabiana, otra vecina, declaró en Telefé que a la presunta asesina “se le notaba que sufría de alguna enfermedad psicológica”. Otros vecinos también contaron que el nene fallecido se encargaba de hacer las compras y de las tareas de la casa, y que se lo veía jugando en el barrio con otros chicos de su edad.