Desde el sindicato Amra en Rosario, dicen que por los hechos de violencia y los magros sueldos muchos profesionales de salud “toman licencias sin goce de haberes”.

Un feroz tiroteo ocurrido este martes a la tarde a pocos metros del centro de salud provincial “Sargento Cabral” de barrio Tío Rolo, en la zona sudoeste de Rosario, causó temor en los vecinos del lugar y también en el personal médico que estaba trabajando en ese lugar.

El incidente se produjo en Piamonte al 3100 y si bien no tuvo como blanco el efector o a los trabajadores de la salud, se vivieron momentos de mucha tensión porque había mucha gente quedó en medio de la balacera.

Parte de la secuencia del incidente fue registrada por la cámara de un teléfono celular de una persona que estaba en el centro de salud.

El especialista en facilitación de conflictos públicos y mediación, Alejandro Nató, ya asesoró al municipio en 2013 y ahora regresó a la ciudad a trazar un nuevo diagnóstico.

Pablo Crispo, secretario de organización del sindicato Amra de Santa Fe, advirtió que muchos profesionales de la salud “ya no quieren trabajar en los centros de salud de la periferia” debido a la situación de violencia y a los magros sueldos que se pagan.

En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, Crispo evaluó : “Esto es parte de la espiral de violencia que se vive en Rosario. Todos los días hay tiroteos, muertos, asesinan gente para enviar mensajes. Parece que hay una ausencia importante del Estado en los barrios, y los centros de salud están pensados para acercar la salud a la gente en lugares complicados”.

Ayer fue en Tío Rolo, mañana será en otro barrio, y si no hay una mayor participación del Estado en todos sus niveles (nacional, provincial y local), para empezar a resolver el problema de la violencia en Rosario nos quedaremos sin centros de salud, porque no habrá personal que quiera ir a trabajar a esos lugares”, subrayó Crispo.

El representante de Amra dijo que “la gente está aterrada, y hace mucho que es difícil ir a trabajar a los centros de salud de la periferia. Y si, además, en tu lugar de trabajo sos testigo de balaceras, no sabés de dónde vienen los tiros ni hacia quién están dirigidos, no dan ganas de ir a trabajar en un lugar así. Realmente, hace falta una participación más activa del Estado para resolver los problemas de violencia en Rosario”.

Tras el tiroteo de ayer, el centro de salud quedó cerrado al público, pero Crispo estimó que volverá a abrir dentro de poco. “Probablemente pongan un patrullero en el lugar, pero con eso no alcanza para la solución de fondo. Hoy fue este centro de salud, pero mañana será en otro lugar. Es algo constante y no queremos que se termine militarizando la salud y haya un móvil policial en cada efector de la periferia”, agregó.

Crispo dijo que con la proliferación de violencia en las zonas periférica, “hay profesionales que están renunciando a trabajar en la salud pública. También se toman licencias sin goce de haberes“.

Hay profesionales de la salud que no quieren trabajar más en el Estado. Creo que hubo un récord de personas que se tomaron licencias sin percibir sueldos. Los episodios de violencia, los sueldos magros, están agotando al personal”.