
Los trabajadores nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) habían interrumpido esta mañana de manera sorpresiva el servicio de la línea B de subterráneos por una protesta originada en una pelea entre un supervisor de la empresa concesionaria y un delegado.
Se trata de un conflicto que “surge de una discusión entre un supervisor y un delegado gremial del taller Rancagua que incluyó agresiones mutuas, derivando en un conflicto que se agravó con intervención de los respectivos sindicatos y que aún no ha podido ser resuelta”, indicaron desde la empresa Emova, a la agencia de noticias Télam.
La empresa informó además que realizaron “gestiones ante las autoridades laborales con la finalidad de normalizar el servicio lo antes posible”, y consignaron que la discusión que originó el conflicto se originó a fines de septiembre.
En tanto, desde la Asociación gremial de trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), los metrodelegados indicaron que se mantienen al margen de este conflicto y que la medida de fuerza dificulta la elección de autoridades de la entidad sindical que estaba prevista para hoy