El femicida de las 113 puñaladas recuperó su libertad este mediodía, un mes después de su última condena a por violar dos restricciones perimetrales.

Fabián Tablado (45) está en la calle. El femicida de las 113 puñaladas recuperó su libertad este miércoles 15 de diciembre después de cumplir una nueva condena por violar dos restricciones perimetrales.

En noviembre pasado, el homicida había sido condenado a un año de prisión por el delito de “desobediencia reiterada”. Ayer, pasadas las 12.40, salió de la Unidad Penitenciaria N°56 de San Martín, donde se encontraba detenido desde el 16 de diciembre de 2020. Lo hizo acompañado de su mamá, María Esther Gallardo, que lo esperó afuera, y con una tobillera electrónica que servirá para monitorear que no se acerque al padre de Carolina Aló, la chica de 17 años que asesinó en 1996.

Entre los requisitos que deberá cumplir, se indica que por el plazo de 120 días no podrá acercarse a menos de 500 metros del domicilio particular y el laboral de Edgardo Aló, que tendrá una aplicación en el celular que detectará si Tablado viola la perimetral.

Femicida suelto | Fabián Tablado salió de la cárcel con tobillera electrónica
María Esther Gallardo, la mamá de Fabián Tablado (Foto: Télam).

Tablado fijó domicilio en la casa de sus padres, ubicada en la calle Albarellos, la misma donde hace 25 años mató de 113 puñaladas a Carolina.

El 19 de octubre del año pasado, entre las 15.20 y las 17, el femicida fue filmado por las cámaras de seguridad del Municipio de Tigre. En las imágenes se lo veía caminando con sus hijas mellizas por el puente Sacriste, ubicado en Avenida Libertador y Lavalle.

Según la fiscalía, el femicida desobedeció la resolución de la jueza de Familia Nº 2 de Tigre, Silvia Sendra, porque ese día pasó a 150 metros de la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, el lugar de trabajo del padre de Carolina Aló, cuando en realidad no podía estar a menos de 500 metros.

En el juicio, el asesino de Carolina Aló declaró que nunca lo notificaron de la ampliación del plazo de las perimetrales que le habían impuesto en febrero de 2020, cuando salió de prisión después de cumplir la condena a 26 años y 6 meses de prisión por el crimen de su novia adolescente, ocurrido en Tigre en mayo de 1996.

Tablado explicó que cuando dejó el penal de Campana le informaron acerca de las perimetrales sobre su ex, sus hijas y el padre de su víctima, pero aseguró que “el plazo era por 45 días”. “Pasó ese tiempo y nunca me quedó claro que se había extendido por la pandemia; no me llegó notificación de eso”, dijo el acusado.

Femicida suelto | Fabián Tablado salió de la cárcel con tobillera electrónica

Además, se mostró molesto porque nunca pudo acceder al expediente e insistió con que en las perimetrales no figuraba el domicilio laboral de Edgardo Aló, ubicado en la calle Paseo Victorica, que es una de las medidas que violó y por las que fue juzgado.

Pese a ello, el 9 de noviembre pasado el fiscal de juicio Diego Callegari pidió en su alegato que Tablado sea sentenciado a un año de prisión efectiva, días después el juez Hernán Sergio Archelli coincidió con el planteo y el femicida de las 113 puñaladas finalmente recibió esa pena.

Un crimen espeluznante

El 27 de mayo de 1996 Tablado asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, en uno de los crímenes más espeluznante de la historia criminal del país. “La vivienda estaba toda ensangrentada, había manchas en las paredes y en el piso, desde la cocina hasta el garaje. Pobrecita, la chica quiso defenderse”, describió un detective al ingresar a la escena del crimen.

Femicida suelto | Fabián Tablado salió de la cárcel con tobillera electrónica

Carolina, de 17 años, y su novio, de por entonces 20, se retiraron de la Escuela N° 1 Marcos Sastre de Tigre, donde cursaban cuarto año del secundario en el horario nocturno. Ella les mintió a los celadores y les dijo que iba a visitar a un primo enfermo, mientras que él pidió permiso para irse más temprano porque tenía “una cena familiar”.

La pareja fue a la casa de la familia del joven, donde vivía con sus padres y cuatro hermanos, en ese momento ausentes. Mantuvieron relaciones sexuales y comenzaron a discutir, según las palabras de él “porque yo quería tener un hijo y ella no; sentí un rechazo muy fuerte”.

Tablado comenzó a perseguir a Carolina por distintos lugares de la vivienda –escaleras, cocina y garaje–, hasta que la alcanzó y le aplicó 19 golpes y 113 puñaladas de la cintura para arriba, valiéndose de cuatro armas blancas: una cuchilla de cocina, dos cuchillos Tramontina y un formón de carpintería, que utilizaba su padre en el taller.