Las complicaciones de la industria tecnológica respecto al coronavirus se ven afectadas por la incertidumbre de la duración de la pandemia

La firma de analistas DFC espera que el COVID-19 obligue a Microsoft y Sony a retrasar sus sistemas de siguiente generación hasta 2021 ya que las cadenas de suministro y fabricación están en interrupción.

“La conclusión es que el coronavirus probablemente tenga un gran impacto a corto plazo en la entrega de ambos sistemas. Hay muchas probabilidades de que uno o ambos sistemas no sean lanzados en el 2020. Si los sistemas se lanzan, el suministro probablemente se verá limitado y los precios iniciales podrían ser más altos de lo que se esperaba,” escribió la firma en el correo.

“Actualmente la economía se encuentra en un estado de incertidumbre sin precedentes. Incluso si la situación mejore en algunas semanas, la habilidad de fabricar y lanzar un nuevo sistema de juego de alta gama ya sufrió un impacto severo.”

La nueva generación de consolas podría retrasarse hasta el 2021

La firma nota que la crisis debería ser a corto plazo y que más bien ayudará a aumentar la demanda, teniendo como resultado a largo plazo más ventas. Pero aún así la disponibilidad en las tiendas debería ser más baja, y un retraso impactará cualquier título exclusivo de siguiente generación lanzado en alguna de las dos plataformas. Afortunadamente Microsoft no lanzará ningún juego exclusivo para la Xbox Series X, y Sony seguramente mantendrá los suyos al mínimo.

Por el momento ninguna de las dos compañías ha confirmado oficialmente un retraso, y ambas consolas aún están programadas para salir en la temporada navideña de 2020.