El resto de la burbuja continuará con clases presenciales. “Las nuevas medidas responden a una situación epidemiológica favorable y tienen como objetivo garantizar aún más horas de clase en las aulas”, explicaron desde el gobierno porteño.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que desde hoy rige un nuevo protocolo sanitario en las escuelas. Entre los principales cambios, se destaca que a partir de ahora sólo se aislarán los alumnos con síntomas de Covid-19, mientras que el resto de la burbuja de estudiantes continuará con clases presenciales.
“Las nuevas medidas responden a una situación epidemiológica favorable y tienen como objetivo garantizar aún más horas de clase en las aulas para seguir recuperando los aprendizajes perdidos durante la pandemia”, señalaron desde el gobierno a cargo de Horacio Rodríguez Larreta.
Sobre el aislamiento del caso sospechoso explicaron al alumno “se le indicará la realización de un test rápido de antígeno y PCR dentro de las 24 horas”. Las fuentes aclararon que “el resto de la burbuja continuará con las clases presenciales habituales”.
¿Qué pasa si el resultado del test rápido es negativo? De acuerdo a los voceros, “la burbuja no se aísla pero el caso sospechoso permanece aislado hasta contar con una PCR negativa”.
Desde la Ciudad señalaron que en el caso “de no contar con el resultado del test para confirmar o descartar la infección del caso sospechoso dentro de las 48 horas, se deberá proceder al aislamiento preventivo de la burbuja hasta contar con el mismo”.
¿Y si es positivo? Bueno, en ese caso “se aísla a toda la burbuja por diez días corridos desde el último contacto con el caso confirmado”.
Contactos estrechos
Los docentes, no docentes y estudiantes de Nivel Primario y Secundario con indicaciones de aislamiento podrán testearse al séptimo día desde el último contacto con el caso confirmado para confirmar o descartar la infección.
“Para detectar casos asintomáticos y cortar la cadena de contagios, habrá unidades de testeo móvil recorriendo las escuelas de Nivel Secundario para realizar testeos rápidos a los estudiantes de manera voluntaria, con autorización previa de sus familias”, apuntaron desde el gobierno porteño.
Las fuentes destacaron que para avanzar con el nuevo protocolo se instalaron más de 1300 purificadores de aire. “Se trata de purificadores con filtros HEPA que renuevan el aire en aquellos salones que así lo requerían”. Además, implementaron un sistema de monitoreo de CO2 “para evaluar la calidad del aire en las aulas”.
“La ventilación adecuada, el uso obligatorio del tapaboca, la toma de temperatura al ingresar, el lavado frecuente de manos, la limpieza y desinfección de las superficies y la distancia entre burbujas siguen siendo pilares fundamentales para el cuidado de toda la comunidad educativa”, destacaron.