Este jueves llega el vuelo de Aerolíneas Argentinas que regresa de Rusia. También traerá 20 mil dosis de la vacuna Sputnik V para Bolivia.

El avión de Aerolíneas Argentina despegó desde Moscú a las 19.20 y está previsto que aterrice en Ezeiza después del mediodía con las vacunas Sputnik V. Luego, se realizará un transbordo a una aeronave de la empresa estatal Boliviana de Aviación

Así Aerolíneas Argentinas concretará el tercer operativo para traer las vacunas, ya que el que trasladó la primera tanda llegó a la Argentina el 24 de diciembre con 300.000 dosis de Sputnik V y el segundo vuelo lo hizo el 16 de este mes con idéntica cantidad.

La travesía está a cargo de 10 tripulantes, entre pilotos y copilotos, lo que implica la presencia de cinco tripulaciones en forma simultánea compuestas por comandante y copiloto -cuatro en funciones y una de refuerzo-, que se van alternando en el comando, a los que se suman despachantes, técnicos y personal de carga, para llegar al total de 20 personas a bordo.

Sputnik V

El avión había partido desde Ezeiza en la noche del martes. El viaje, como en las ocasiones anteriores, demandó unas 16 horas. El tiempo de carga en Moscú fue de poco más de seis horas. La nave emprendió el regreso desde Moscú alrededor de las 18 hora de Argentina de ayer. Las vacunas Sputnik V fueron cargadas en la bodega del Airbus, embaladas en contenedores denominados “Thermobox”.

El presidente de Aerolíneas, Pablo Ceriani, definió los operativos como “un importante trabajo logístico que implica la coordinación entre diferentes actores de ambos países”. Destacó que “en los últimos días estuvimos trabajando intensamente para poder realizar este importante vuelo”, que fue postergado algo más de un día debido a cuestiones logísticas.

“Seguiremos trabajando con la misma energía y dedicación y poder traer al país la mayor cantidad de vacunas posibles. Es una labor coordinada entre diferentes áreas de gobierno que resulta fundamental para lograr ponerle fin a la pandemia”, añadió el directivo.

Sputnik V

Tal como ocurrió con los otros dos viajes, este vuelo se concretó de forma directa -sin escala técnica-, bajo la denominación de “ferry”, es decir, cuando la aeronave va vacía, solo con su tripulación de cabina e incluso técnicos de mantenimiento y de carga, según el caso.

Hasta el momento llegaron a la Argentina 600.000 dosis de la vacuna. 300.000 con el componente de la primera dosis y otras 300.000 con el segundo. En este vuelo, llegaran 220.000 dosis con el componente 1 y también el componente 2 en partes iguales. Y también 20.000 dosis para Bolivia.

Bolivia se convertirá en el segundo país de la región en recibir las vacunas Sputnik V que produce el Instituto Gamaleya. “Esta provisión, que fue negociada y acordado directamente con el Fondo Ruso de Inversión sin intermediarios, llegará a nuestro país luego de un intenso y arduo trabajo de relacionamiento en todos los niveles y gracias a los lazos que el gobierno supo construir entre Estados”, precisó el gobierno boliviano .

En diciembre Bolivia acordó con Rusia la compra de 5.200.000 millones de dosis de la vacuna Sputnik V. Cuando Arce hizo el anuncio del acuerdo le agradeció a Argentina y México por haber facilitado las gestiones. Bolivia también sufrirá los problemas de demora que afectan a la Argentina.

Durante su visita oficial a Chile, que concluyó esta tarde, Fernández fue enfático en remarcar que su voluntad es colaborar para la provisión de vacunas en Sudamérica. Además, resaltó la necesidad de trabajar en conjunto en un año que seguirá marcado por la pandemia y por el plan de vacunación. 

“Hay que trabajar en conjunto por otros países de América Latina que están con un problema con las vacunas y podemos ayudar a conseguirlas”, explicó. El presidente argentino también hizo alusión a la demora en la entrega de las vacunas rusas. “Argentina no apostó por la vacuna rusa Sputnik, lo que ocurrió fue que la vacuna rusa Sputnik fue la primera que tuvo disponible Argentina”.

“Lo que hizo Argentina fue poner fichas en todos los lugares en donde se hicieran vacunas”, explicó Fernández, al tiempo que resaltó que lo hicieron “convencidos de que cualquier vacuna iba a ser una vacuna saludable, porque los que la estaban desarrollando son organizaciones, en términos científicos, de primera magnitud”.