Elina y Eduardo Costantini cumplieron tres meses de casados

A tres meses de haberse casado con el empresario Eduardo Costantini en una boda muy comentada por los medios, Elina Costantini habló sobre su presente como matrimonio en una entrevista con la revista HOLA. “El amor de Eduardo me completó: es puro y sano”, asegura.

Elina, la esposa de Eduardo Costantini, habló sobre su presente en pareja

Nacida en Las Catitas (Santa Rosa, provincia de Mendoza) como Elina Fernández, la flamante esposa, que acaba de cumplir 30 años, se define como una mujer de perfil bajo. A los 19 llegó a Buenos Aires con el sueño de convertirse en mannequin de alta costura y comenzó su camino de la mano de Claudio Cosano. Durante su carrera, trabajó también con los diseñadores Gabriel Lage y Jorge Ibáñez.

Su nombre cobró protagonismo cuando se puso de novia con Eduardo Costantini (73), uno de los hombres más ricos de Argentina. Se conocieron en mayo del año pasado y el 22 de febrero de este año se casaron sorpresivamente en una ceremonia con cuarenta invitados. Desde entonces, Elina prefiere que la presenten con su apellido de casada.

Elina Costantini

“Siempre siento que tengo un Dios y una energía superior que me va dando señales y conduciéndome en el camino correcto”, asegura Elina. “A Eduardo lo conocí el 2 de mayo de 2019, luego de que una tormenta demorara mi vuelta a casa. Fui a hacer tiempo a Ninina, el café que está en el MALBA [museo fundado y presidido por Costantini] hasta conseguir un taxi, y el destino hizo que me sentara en una mesa en diagonal a la que Eduardo se suele sentar”, cuenta.

“Primero no lo reconocí porque soy muy despistada, pero nos mirábamos mucho. Cuando paró la lluvia, pedí la cuenta y se me acercó. Me puse tan nerviosa… Yo estaba soltera y sin ganas de conocer a nadie, y sentí un flechazo. Recuerdo que me dijo que, si me iba, tenía miedo de no volver a encontrarme. De todos modos, al principio, no me convenció hasta que me relajé y nos quedamos hablando más de tres horas. Al día siguiente salimos y nos pusimos de novios“, relata Elina.

“Hubo una energía que nunca había sentido. Me invitó a comer y a partir de ese momento, nunca más nos separamos. Todos los días hacíamos un plan. A los ocho días de nuestro coup de foudre, organizó un asado y vinieron sus hijos y sus nietos. Son una familia encantadora, todos divinos”, aseguró.

Elina Costantini

Después de 9 meses de ese evento, Eduardo y Elina se casaron. “Todo se dio de manera muy rápida, pero acertada. El 8 de diciembre me propuso matrimonio, luego de acompañarme a la peregrinación por el Día de la Virgen en Cabildo y Juramento. Después vinieron nuestras vacaciones, y al regresar de un viaje por Europa nos fuimos directo al Registro Civil y nos dieron fecha para cuatro días más tarde”, explica la mendocina.

Respecto de cómo ambos cónyuges les contaron a sus familiares sobre la sorpresiva boda, Elina contó: “A mí me daba nervios llamarlos y contarles. Primero se lo dije a mi hermano, que iba a ser mi testigo, y luego a mis padres, que aún no conocían a Eduardo, pero se pusieron muy contentos porque era la primera vez que me veían feliz. Siempre supe que quería casarme y tener una familia. Y él, para decirles a sus hijos, creó un grupo de WhatsApp y se los anunció”.

Según Elina, los hijos de Eduardo Costantini “se quedaron helados porque era todo muy rápido, pero se lo tomaron bien”. “No invitamos a todos sus nietos porque era algo chico. La fiesta más importante estaba prevista para el 28 de marzo en el Alvear Palace, pero con la pandemia lo pospusimos y aún no lo reprogramamos”, explica.

De los siete hijos de Eduardo, asistieron al civil sólo tres. “Tomás, Malena y Gonzalo”, enumera Elina. Y agrega: “Eduardito no pudo porque vive en Estados Unidos, y en cuatro días no logró organizarse para venir. Las hijas mayores tampoco asistieron porque estaban de viaje. Desde el primer momento en que me vieron me aceptaron como su familia y eso se siente, se puede ver. Por eso, no nos enganchamos con los rumores., asegura, a raíz de varios comentarios que surgieron en torno a la posibilidad de que la familia de Costantini no estuviese de acuerdo con la boda.

Lo nuestro fue mágico“, asegura Elina, refiriéndose a su flechazo con Costantini. “Fue una señal del universo, pasé de no querer estar en pareja con nadie, de tenerle miedo al amor, a ponerme de novia al otro día de conocer a Eduardo. Fue una energía inexplicable”.

Elina Costantini

La entrevistada no olvidó los rumores de embarazo que corrieron hace algunas semanas. “Sí. Otro capítulo de la novela. [Risas]. Interpretaron eso por la foto que subí a mis redes con Eduardo, pero siempre que posamos él me agarra la panza. Sueño que mi familia con Eduardo siga creciendo, porque me hace muy feliz, pero ahora no es el momento. Nunca pensé que estar casada me complete de esta manera. Siempre fui muy feliz con mi trabajo, pero llegaba a casa y estaba sola. El amor de Eduardo me completó: es un sentimiento puro y sano“, asegura.

Respecto a la convivencia durante el aislamiento social obligatorio, Elina no se lamenta: “Nos ayudó para tener más tiempo para estar juntos. Nos unió más. Eduardo es una persona maravillosa, siempre está a disposición del otro, me ayuda en la cocina y en la huerta. A mí me gusta sorprenderlo con platos nuevos. Me gusta compartir nuestra felicidad en redes sociales porque mucha gente nos ve y se da cuenta de que la edad es lo de menos. Me escriben para decirme: ‘Qué bueno que te animaste a blanquear su amor, ahora yo también me voy a animar’. Se dan cuenta de que no importa el qué dirán”, cuenta orgullosa.

Elina y Eduardo Costantini