Fede Hernán, uno de los elegidos de Flavio Mendoza recuerda sus inicios en los boliches: “En una noche pagaba un mes de facultad”.
Fede Hernán tiene 36 años, y es uno de los artistas que participan en “Men For Women“, el show de stripper más importante del mundo que pone en escena Flavio Mendoza en el teatro Broadway. Comenzó a trabajar en el arte de sacarse la ropa mientras estudiaba abogacía. Se recibió, priorizó hacer lo que más disfrutaba, viajó por el mundo, y vivió como quiso.
Este domingo 17 realizarán la segunda función en la Calle Corrientes, con más de 20 talentos en escena. Todavía quedan algunas entradas disponibles para quiénes deseen disfrutar de la función. Fede dialogó con News Digitales sobre este proyecto, su historia, y cómo se imagina en un futuro.
News Digitales: – ¿En qué consiste la función especial que darán con Flavio el próximo domingo 17?
Fede Hernán: – La obra es de alto impacto. Tiene un contenido erótico muy fuerte, y creemos que lo que se está haciendo es acompañar un movimiento social. Rompemos barreras de lo establecido, y no sólo en ideas; sino llevarlo a lo concreto. Todas las obras que se venían dando en Calle Corrientes venían con un estereotipo, y nosotros queremos romper eso. Crear un paradigma, y cumplir con ese estandarte.
ND: – ¿Qué se va a encontrar la gente cuando vea el espectáculo?
FH: – Hay un contenido artístico, una producción de baile artesanal de la mano de Flavio que no puede ser menos. También hay un contenido de humor de la mano de nuestro presentador Federico Rey. Este proyecto tiene mucho corazón, le hemos puesto todo y más. Todos tenemos otros trabajos, pero muchas horas de sueño han estado invertidas ahí, y yo creo que la gente se va a ir sorprendida.
ND: – ¿Hay posibilidades de emprender una gira tanto nacional como internacionalmente hablando?
FH: – Si, de hecho ya tenemos varias ofertas, se está hablando de una gira nacional. La idea es llevar el espectáculo a través de la provincia de Buenos Aires, y tenemos propuestas concretas. La idea del ámbito internacional también está. De hecho se grabó el estreno para enviarla a un productor en Estados Unidos y ver la posibilidad de hacer una función allá. Igual vamos de a poco, sabemos que estamos saliendo de una crisis mundial, y la actividad artística ha estado muy parada. Estamos con la expectativa y la vara muy alta.
ND: – ¿Qué querías ser de chico y por qué comenzaste a estudiar abogacía?
FH: – La idea de estudiar abogacía estuvo presente como una vocación. El baluarte de mi familia siempre fue ser justos, leales y patriotas. Nuestros padres siempre se han esmerado en inculcarnos ese sentido de pertenencia, y por mi parte lo encontré en el conocimiento de las leyes. Trabajé muchísimos años de forma gratuita en derecho administrativo, porque encontramos que en ciertas injusticias podíamos corregir y hacer el bien. Al día de hoy no estoy en el ejercicio mismo de la profesión pero nunca me alejo. Llevo algún caso, llevo a algún amigo o vecino, pero ahora encontré una beta que me da más felicidad que es la que estoy viviendo en este momento.
ND: – ¿Empezaste a trabajar de stripper mientras estudiabas? ¿Cómo surgió?
FH: – Cuando comencé a trabajar como stripper tenía varios trabajos para pagarme la facultad. Trabajé en una heladería, repartiendo volantes, como promotor, modelo, etc. Estuve dos temporadas en el Fashion Week, y en la última conocí al que era en ese momento dueño de Golden, y entré como anfitrión recibiendo a las chicas, no participaba en el show. Me gustó la idea por lo económico, en una noche pagaba un mes de facultad, y no tuve demasiado que pensar. Concluí mis estudios, seguí trabajando en un estudio jurídico, y seguí en Golden, aunque luego se fueron dando otras discos.
ND: – ¿Cuáles son los pro y los contra de trabajar en la noche?
FH: – Los pro son los mismos que los contra. Vivís a contramano del mundo. Yo estaba harto de ir como ganado en el tren o en el subte. Tenía ese hábito de esperar a que llegue el viernes para vivir, porque el resto de los días eran obligaciones. Salir de eso fue respirar. Al mismo tiempo es una contra porque te das cuenta que miras el mundo desde otro lado. La noche no es un ámbito tampoco muy saludable, si bien uno hace su lugar en el mundo; te rodeas de situaciones que no son saludables. Me mantuve firme, con los pies sobre la tierra, y yo encuentro mi lugar en mi familia y pocos amigos cercanos.
ND: – Teniendo en cuenta que habrán sido muchas ¿Qué situaciones extrañas recordás que surgieron mientras estabas trabajando?
FH: – Situaciones extrañas se viven todos los días, porque llegas a hacerlo cotidiano y deja de ser extraño. En particular recuerdo cosas del principio, de haberme encontrado desde el escenario en medio de un show, a una docente de la facultad. Cuando terminó el show se dio cuenta que era su alumno, y luego nos encontramos en la facultad y fue lindo, se generó una complicidad. Por supuesto que se mantuvo el respeto y nunca la miré de otra manera porque entiendo que hay tiempos de cambio, y todos merecemos un espacio donde alegrarnos y divertirnos. La miré con mucho más amor porque la encontré como ser humano. En el día de hoy, es amiga.
ND: – ¿Es difícil marcar los límites?
FH: – A esta altura no, pero al principio sí. Ahora me es más fácil decir que no, pero quizá cuando uno es mas joven (no por años, sino por experiencia), siente que cuando dice ´no´ hiere a la otra persona. Con los años uno entiende que el ´no´ es no permitir que uno sea avasallado. Los derechos del otro no pueden superponerse a los míos, y que de mis derechos nacen los de los demás. Hay formas de ver las cosas y personalidades que deben ser respetadas, siempre con tacto, buena onda, humor y empatía; pero decirlo, no callarse, porque a la larga eso hace mal.
ND: – ¿A nivel artístico te gustaría incursionar en tele, seguir haciendo cosas en teatro o seguir como hasta ahora?
FH: – Desde lo artístico se pueden presentar un montón de situaciones, pero hoy quiero hacer lo que disfruto. No quiero tener un objetivo económico o artístico para llegar a algún lado. Hoy estoy en el Broadway y mañana puedo estar en la cantina de acá a la vuelta. En otras oportunidades se me ofreció formar parte de alguna obra de teatro y no lo hice por no sentirme cómodo. También se presentó la posibilidad de hacer tele en México con dos programas y lo hice, tampoco me sentí cómodo. Yo quiero ser feliz con lo que haga. Hoy estoy trabajando tres horas en un gimnasio, no me sirve económicamente pero me da conocimientos. Si lo artístico tiene que venir en forma de algo que me guste genial, y sino pasará como tantas cosas que pasaron en mi vida, en definitiva esto es efímero; y lo más importante es disfrutar del presente.
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