Gran Hermano al rojo vivo

Gran Hermano está en su etapa final, pero los conflictos no se calman. Romina y Alfa protagonizaron una de las peleas más violentas del ciclo, donde los líderes de la cocina se dijeron de todo, y hasta el momento parece ser irreconciliable. A casi 48 horas del episodio, aún siguen sin hablarse. Él intenta acercarse a ella pero la exdiputada no da el brazo a torcer. Mientras tanto, se refugia en Camila y Ariel.

Gran Hermano

Todo empezó por un grito del exterior que decía: “Alfa, tené cuidado, Romina dejá de hacerte la boluda”. Ahí Walter entró a decirle una serie de incoherencias a su entonces amiga, y se metió con las tres hijas de Romina: la acusó de jugar al juego de víctima teniendo en la mano la imagen de las tres menores. La jugadora rompió en llanto, y no podía creer lo que le decía su compañero de aventuras en la cocina y sólo atinó a decir: “Te estás yendo al carajo“.

“A mis hijas no las utilizo. Si pongo la foto es para que vean que las tengo siempre presentes. No soy ninguna actriz ni ninguna mentirosa. No me hables mal porque no me meto ni con tu hija ni con tu nieta. Jamás hablé mal de vos, ni te nominé. Todo lo que dije lo hice en la cara. Yo tengo tres hijas chiquitas y vos no sabés por qué estoy acá y no te lo voy a decir“, respondió Romina con lágrimas en los ojos.

Sin calmarse y una vez más desubicándose, Alfa retrucó: “Te dije lo que gritaron nada más, ¿te molesta? Y bueno, no es mi culpa“. Ella se refugió en sus amigas Julieta y Daniela a quiénes no les sorprendió la actitud del hombre de 61 años. Como si fuera poco, ayer Camila lo rescató de la placa, por lo cual se seguirán viendo las caras por lo menos, por diez días más. El domingo la expulsión estará entre Ariel, Julieta, Nacho y Marcos.

Alfa de Gran Hermano