El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se volcó a Twitter para contar sus sensaciones del campeonato mundial obtenido
El presidente Alberto Fernández saludó este domingo a la selección argentina de fútbol tras haberse consagrado campeón en el Mundial de Qatar, luego de haber vencido por penales a Francia tras empatar 3 a 3 en el tiempo reglamentario.
“Gracias a los jugadores y al equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro“, escribió Fernández en su cuenta de Twitter, donde también adjuntó una foto junto a su pareja Fabiola Yañez y su hijo Francisco.
Más temprano, Fernández había agradecido en la misma red social el mensaje de buenos augurios del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien posteó un video para dar los motivos por los cuales considera que la Argentina debería convertirse en ganador del Mundial.
“Unidos en la esperanza. Gracias querido López Obrador. Amigos para siempre“, escribió Fernández junto al video que publicó el mexicano.
En la noche del sábado, el mandatario mexicano dijo que no quería dejar pasar más tiempo para mandar sus buenos deseos a Buenos Aires, y explicó por qué desea que la Argentina se corone como triunfadora en este Mundial.
“Sería un homenaje a (Diego) Maradona, deportista comprometido con los cambios sociales y políticos en América Latina y en el mundo”, aseveró. En segundo lugar, argumentó que el país “pertenece a nuestra América, somos hermanos”.
Y como tercer punto expresó: “Quisiera que ganara Argentina porque también sería un gran reconocimiento a (Lionel) Messi, un futbolista extraordinario”.
A su vez, Fernández también le respondió al electo presidente de Brasil, Lula da Silva, que también lo felicitó: “Gracias querido amigo Lula. Nuestros jugadores y equipo técnico lograron un triunfo merecido producto del trabajo, esfuerzo y compromiso con nuestra gente. Nuestra gratitud eterna. Nos colmaron de alegría. Ganó Argentina y si gana Argentina gana Latinoamérica”.
El seleccionado se consagró campeón del mundo por tercera vez, tras las obtenciones de 1978 y 1986. Si bien empató en los 120 minutos reglamentarios por 3 a 3 (dos goles de Lionel Messi y Ángel Di María -Mbappe hizo los tres para los europeos-), se consagró en los penales, donde ganó 4 a 2.