El Gobierno porteño reforzará los controles de alcoholemia en 15 lugares estratégicos con un sistema de “embudo”. La modalidad fue utilizada en la Nochebuena y Navidad pasadas.

La Ciudad de Buenos Aires reforzará hoy y mañana los controles de alcoholemia en 15 lugares estratégicos con un sistema de “embudo” para encauzar el flujo vehicular tomando varios carriles de las avenidas para poder verificar un mayor número de conductores.

Según informó el Gobierno porteño, la estrategia para optimizar los puntos de control ya fue utilizada en la Nochebuena y Navidad pasadas y permitió incrementar los controles de 1.795 en 2020 a 2.822 este año.

La metodología denominada “embudo” encauza el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida “para poder verificar un mayor número de conductores y para que todos los vecinos que pasan por el lugar lo hagan a baja velocidad, vean de qué se trata el control, y se genere conciencia en otros conductores”.

Entre el viernes 24 y el sábado 25 de diciembre al mediodía se realizaron 2.822 controles de alcoholemia, de los cuales 29 (1%) resultaron positivos, y el caso con mayor dosaje fue un conductor con 2,18 g/l.

En cambio, en la Nochebuena de 2020, se habían realizado 1.795 controles con 55 positivos (3%), y en el Año Nuevo pasado el total de testeos fue de 2.932, con 35 positivos (1,2%).

La Secretaría de Transporte porteña destacó que “desde 2016 a 2021 la cantidad de controles realizados creció más de 163%”, al pasar de 119.772 controles anuales en 2016 a 314.684 hasta el 15 de diciembre de 2021, mientras que en lo que va del año se superó el récord anual de controles de alcoholemia.