Coco llegó a Ezeiza junto con su dueño desde Hungría con la vacuna antirrábica vencida hacía nueve días, por lo que Senasa quería deportarlo. Finalmente las autoridades sanitarias aceptaron que se quede haciendo cuarentena.

La historia de Coco, el perro que no dejaron ingresar al país al llegar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, conmovió a toda la Argentina. Ahora, el animal debe realizar la cuarentena de diez días, ya que tenía la vacuna antirrábica vencida.

Con paseos, "ponchito" y juegos: así pasa sus días en cuarentena el perro Coco en la Aduana

Pese a que el asilamiento de Coco generó la indignación de muchas personas que siguen el caso, en las últimas horas, los dueños del perro de un año y medio compartieron imágenes en sus redes sociales del estado actual de su mascota.

Según explicaron, Coco “pasó muy bien la noche dentro de una cucha con mantas y su ponchito”. Además, fueron a visitarlo, pasearon al perro con correa y jugaron con su mascota a la pelota.

Durante su primer día de cuarentena, circuló un video en el que se puede ver la alegría de Coco al ver a Franco, uno de sus dueños luego de los días difíciles que tuvo que atravesar.

Dónde se encuentra Coco

El perro llegó junto con su dueño el miércoles 25 de mayo a Ezeiza directo desde Hungría con la vacuna antirrábica vencida hacía nueve días atrás, por lo que una de las primeras opciones que las autoridades le plantearon a Franco fue deportar al animal.

Sin embargo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) concluyó que Coco permanezca diez días en cuarentena sin ingreso al país en instalaciones aduaneras, además de ser vacunado contra la rabia.

Por esto mismo, actualmente, el perrito se encuentra en un predio de Migraciones en Ezeiza cumpliendo con los días que resolvió el organismo.

Huyó de la emergencia

El dueño de Coco se encontraba en Hungría, cuando fue declarada la emergencia por la situación que se vive en Europa debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Por esto mismo, Franco relató a TN que decidió regresar a la Argentina donde están su pareja y su hija. “Salía a las corridas por el estado de alarma”, alegó.

Pese a que la vacuna de Coco estaba vencida, el dueño presentó el certificado de un veterinario húngaro que aseguraba que el perro se encontraba sano y no tenía rabia. Sin embargo, el SENASA no lo consideró válido y resolvió la medida de la cuarentena.