La empleada de un hotel lindante al boliche donde asesinaron a Fernando apuntó contra los rugbiers. “Le rompí toda la jeta”, dijo uno
En el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa en enero de 2020 a la puerta del boliche “Le Brique de Villa Gesell declaró este viernes la recepcionista de un hotel de la localidad balnearia, ubicado en la misma cuadra que la discoteca, y comprometió a todos los rugbiers implicados.
Frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, donde se desarrolla el debate oral, indicó que les escuchó decir a los deportistas frases como “le rompí toda la jeta, viste” y “le llené la jeta de sangre”, mientras pasaba frente a ella junto a otros jóvenes “riendo, festejando entre ellos, todos”.
La testigo, llamada Andrea Ranno, dijo que “todos se sentían partícipes de ese festejo, venían muy exaltados, muy contentos, contentísimos y felices”.
En un tramo de su declaración, cuando reprodujo los textuales del agresor al que escuchó, miró a los padres de Fernando sentados en la sala y les pidió perdón.
La mujer estaba la madrugada en que asesinaron a golpes a Fernando en su puesto en el hotel “Inti Huasi”, ubicado a media cuadra de “Le Brique”. Aseguró que minutos después del ataque a Báez Sosa vio pasar a al menos ocho rugbiers, por lo que cuando llegó el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones habló con la policía.
Sobre los homicidas, Ranno dijo que uno “tenía una camisa negra rota, el cabello revuelto” que caminaba “adelante” y “de manera desaforada, firmemente, con la cabeza baja, como ciego”.
A ese joven lo reconoció instantes después en uno de los dos videos que exhibieron en la sala de audiencias y resultó ser Máximo Thomsen. “Estaba sacado ese pibe“, agregó.
En los mismos videos, la testigo reconoció como a otro de los agresores a uno “rubiecito, que tenía una camisa que brillaba, que llamaba la atención” y que resultó ser Matías Benicelli.
Al retirarse de los tribunales, la recepcionista reiteró ante la prensa las frases que escuchó de boca de los atacantes y contó que en un principio pensó que “iban a pegarle a (otra persona) que venía adelante”. Luego agregó: “Ellos veían festejando porque todos habían participado de la pelea. Venían festejando esa secuencia”.
Además, comentó que les pidió disculpas a los papás de Fernando porque tuvo que decir delante de ellos “que estaban festejando”. “Es el hijo de ellos y vos estás contando cómo lo mataron. Les pedí disculpas porque es como volver a matar al hijo delante de ellos”, señaló.
Como desde el inicio del debate, en la sala de audiencias están presentes los papás de Fernando, Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez.
En el banquillo de los acusados están imputados por el “homicidio doblemente agravado” de Fernando y las “lesiones leves” causadas a los amigos de éste, -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)- quienes desde el jueves no usan más los barbijos que llevaban puestos durante las primeras jornadas del juicio.